LA BANDA DEL TUERTO DOS
SAN MARTÍN DE TIDÓN. VIANA, NAVARRA.
SAN MARTÍN DE TIDÓN. VIANA, NAVARRA.
Accesible casi hasta la puerta en coche por una carreterica asfaltada. Confiad en google maps que os lleva . Sin mas problema que una cuestecica para personas con movilidad reducida.
¿Cómo explicar? No sé...una parte se construyó en el siglo XII y otra en el XIII, esta segunda con un aire cisterciense, y todo sobre un emplazamiento anterior romano. Unos dicen que una villa, otros que un templo. Y al final...¿con qué te quedas? Pues...con las preguntas de siempre: ¿Qué hay aquí? ¿Por qué este sitio? ¿Alguna energía especial? ¿Por qué nada más llegar me siento bien? Yo no tengo respuestas, me pasa en algunos enclaves.
He recurrido a The Chieftains para inspirarme en esta historieta.
https://www.youtube.com/watch?v=HsxEnFsDVpc...
EL MIERDULÍN
Los ancestros de Johan procedían de Tidón, un poblado próximo a Viana. Aunque su familia se instaló en esta última a principios del siglo XIII él, a pesar de haber nacido allí, mantuvo siempre que su procedencia era Tidón y proclamaba a los cuatro vientos su devoción por San Martín. De suyo, mientras vivieron sus padres, cada 11 de noviembre, bajaban a la ermita para honrar al santo. Sus padres eran aparceros y llevaban una vida humilde pero sin privaciones. Tenían hogar, alimento abundante, vestido y leña. La desgracia vino cuando, siendo todavía un niño los perdió víctimas de una epidemia desconocida. Un familiar los sustituyó y su vida empezó a torcerse.
Su padre lo había educado considerando que el juego era lo más importante para el desarrollo de un niño y evitaba comprometerlo con labores agrícolas o ganaderas a no ser de forma lúdica. En su último cumpleaños le regalaron un choto de cabra. Era negro, lucero y Johan lo llevaba a todas partes. Jugaba con el a embestidas, lo sorteaba con fintas, quiebros y recortes. Se dejaba topar cuando el animal estaba cansado y, al final, terminaban revolcándose los dos abrazados con la consiguiente hilaridad del niño.
A la muerte de sus padres todo cambió. El primo de su madre, que se encargó de la aparcería que llevaba la familia, empezó a emplearlo como un animal en jornadas de trabajo extenuantes. Trabajaba de sol a sol unas veces en el campo y otras con los animales. Una noche, próxima a la Navidad, escuchó una conversación de sus tíos. Hablaban de celebrar la Nochebuena con los familiares más próximos y sacrificar el choto de Johan para asarlo como plato principal. Esa misma noche decidió que la vida se podía cambiar, que no había por qué depender de nadie y, con sus 14 años a cuestas, se perdió intencionadamente por un bosque llevando de un ramal a su choto al que, ¡qué original!, había puesto de nombre Cabrito. Había metido en un hatillo algo de ropa y en un morral una hogaza de pan, algo de queso y algún embutido. Con todo eso pensaba empezar una nueva e imprevisible vida.
Era larguirucho y muy delgado, todo hueso. Hasta el choto era más lucido que él. Se percató de que, sobre todo las mujeres, se compadecían de su aspecto y le sacaban algo de comer y algunas monedas. aprendió a poner cara de tristeza cuando atravesaba un poblado. Aunque escuálido, era guapete y eso allanaba el camino, abría puertas e inducía a muchas a sentarlo a su mesa para que les contase sus andanzas mientras degustaba una comida decente. Ajustaba sus padecimientos y su historia a las necesidades de cada casa y comenzó a desarrollar un sexto sentido que le hacía adivinar lo que la gente necesitaba escuchar y que la gente se sentía bien cuando escuchaba que a alguien le iba peor.
En fiestas de Villatuerta se le escapó el choto en una plaza concurrida. Empezó a gritar:
-¡Cabritooooo, Cabritooooo! no te escapes.
Casi todos los varones que estaban en la plaza se dieron por aludidos, se volvieron y, cuando vieron de que se trataba, estallaron en carcajadas. Descubrió que el choto y él eran un filón. Empezó a realizar sus habituales juegos con el animal, se formó un círculo alrededor de ellos. Sabiendo la hilaridad que producía señalaba en dirección al choto pero...con el dedo un poco levantado apuntando también a alguien del público:
-Cabritoooooo atente a las consecuencias si no cumples con tus obligaciones.
El choto embestía y el "otro cabrito" no sabía cómo tomárselo. Al final pasaba una capa y ahí caía de todo: pan, queso, embutidos, monedas y algunas notas escritas. Había aprendido a leer con el cura de su pueblo. Una de las notas decía: medianoche, casa Braulio, pajar. A la luz de la luna descubrió el amor y comprendió que eso iba a proporcionarle abundantes alegrías. Durante varias noches una moza, diez años mayor que él, le instruyó en las artes amatorias enseñándole todo lo que un buen amante debería saber.
El viernes diez de octubre de 1259 se encontraba en Pamplona. Se celebraba San Fermín y los doce de Cuellar, por su cuenta, habían cercado con carros una era con un corral al lado, habían llevado dos toros y una reata de vacas y, con la gente expectante en los carros, empezaron su espectáculo. Iban sacando vacas una a una, corrían, apoyaban una vara larga en el testuz de los animales, las recortaban una y otra vez, se cruzaban entre ellos. Algunos foráneos se atrevieron a probar y, como era de prever, más de uno se llevo algún trompicón, muchos "rasmazos" y alguna herida de poca importancia. Era un espectáculo que regalaban a la gente de Pamplona con la intención de que el boca a boca los hiciese imprescindibles en las fiestas de los pueblos.
Y...sacaron un toro. ¡Madre mía! ¡Qué espectáculo! ¡Qué velas! Miedo, mucho miedo, pavor. Los pastores, igual que con las vacas pero con un poco más de distancia, hacían recortes apoyando la vara en el testuz. Y...lo nunca visto, un chaval escuálido sale a la era y se dirige tranquilamente hacia el toro, despacio, mirándolo fijamente, calculando, por lo que ya había visto, la velocidad del animal.
Un grito rompe el silencio sepulcral de los carros:
-¡Quita de ahí MIERDULIN!, que ta va a dar el toro una ostia (como no quiero herir susceptibilidades con la utilización de esta palabra os remito a Plauto) y te va a colgar del campanario.
El Mierdulín, ya se había ganado el apodo, se dirigió lentamente hacia el toro. Con movimientos de los brazos fijó la vista de la bestia en él. Con pasos cortos y parsimoniosos se dirigió hacia el animal. De repente dio una carrerilla corta, un salto y esperó la embestida. El toro se arrancó furioso y cuando llegó a los terrenos del muchacho este se desplazó hacia su derecha, el toro embistió al cuerpo, el chico cambió a la izquierda y las velas pavorosas del animal pasaron rozando el costado del niño. Entre el quiebro y la delgadez del muchacho, los cuernos solo encontraron el aire.
El público enloquecido pedía más y el Mierdulín repitió el quiebro por el otro lado. La gente se volvía loca. Tenía las pulsaciones a mil y se tomó un descanso. Los pastores seguían entreteniendo al público con sus recortes y de repente la voz que le había puesto el apodo:
-¡Qué, Mierdulín! ¿No tienes más trucos!
El muchacho salió tranquilamente, se enfrentó al toro, se arrancó contra el animal, el animal se arrancó contra él y, cuando la bestia bajaba la cabeza para embestir, el Mierdulín dio un salto por encima del toro y, apoyando sus manos en los cuartos traseros, cayó elegantemente de pie.
El delirio invadió los carros. El muchacho, que había dejado su capa en el suelo para realizar sus suertes, vio con asombro que estaba llena de monedas. Con la capa en el regazo y un brazo en alto, recibió los aplausos generalizados de la población de la capital. Comenzaba la leyenda.
-Oye Mierdulín soy Mateo, el jefe de los pastores. ¿Te unes a nosotros? Buena paga, buena cama, dormir donde nos dejen...chicas, muchas chicas.
-Te agradezco la oferta Mateo pero yo voy por libre. Coincidiremos en casi todas las fiestas de los pueblos pero no me ato a nada ni a nadie. Yo pasaré la capa y...lo que caiga estará bien.
SAN ANDRÉS. ZUDAIRE, NAVARRA.
SAN ANDRÉS. ZUDAIRE, NAVARRA.
Accesible en coche. Con algún problema para personas con movilidad reducida.
Prácticamente todas las iglesias del valle de las Améscoas siguen un mismo patrón. Es lo que yo llamo románicogoticoide. Están a caballo entre el románico y el gótico y, en este caso, muy influenciadas por el cister.
La música que he utilizado para ambientar este episodio es de un grupo que seguí en los setenta, Fleetwood Mac. No tiene mucho que ver con el tema que nos atañe pero...a mi me encanta y me estimula las neuronas.
https://www.youtube.com/watch?v=uzEt9cATWFw
LAS CÁNULAS
En la Edad Media se practicaban dos tipos de medicina diferente, sobre todo en cuestión de tratamiento de las heridas. Unos predicaban que había que dejar que las heridas se infectasen, dejar actuar al pus, y el cuerpo, luchando contra él y venciéndolo, lograba la sanación. Y así era parcialmente. Solo se recuperaban los excepcionalmente fuertes.
Por otra parte había quienes, como Teodorico Borgognoni, predicaban la necesidad de evacuar cuanto antes el pus que se producía en las heridas. Y, para eso, utilizaban cánulas de drenaje que expulsaban los "malos humores" hacia el exterior.
El Mierdulín se recuperaba de su herida en el glúteo en casa de Jurdana, en el valle de las Améscoas, cerca de Zudaire. Se la había producido un toro por entrometerse entre su trayectoria y su presa. Cada vuelta que se daba en el lecho sentía una fuerte punzada en el culo que le hacía dar un grito de dolor. Jurdana sonreía, sentada frente al fuego mientras cuidaba de un caldero en el que se cocían trozos de carne y que darían un caldo reconstituyente para el muchacho.
-¿Te pasa algo Mierdulín? ¿Estás bien? Mucha hombría para ponerte delante de un toro y luego a llorar porque te pincha el culo.
- No, no estoy bien, tengo un hierro puesto en la herida. ¿Se puede saber que me has puesto? ¿Lo haces para mortificarme?
Jurdana se acerco a un armario donde guardaba el material quirúrgico y sacó un instrumento de plata. Estaba formado por una especie de cono acanalado que tenía adherido un vástago hueco lleno de agujeros en toda su longitud.
-Mira melón, esto es lo que tienes puesto en la herida. Consigue que continuamente se expulse de ella el pus. Algunos pensarán que es brujería pero...es solo ciencia. Como ya sabes, o deberías saberlo, las heridas por asta de toro producen más muertes por la infección que por el destrozo que ocasionan.
-Y...¿hasta cuando tengo que tener esto puesto?
-Hasta que la herida deje de expulsar pus.
-Entonces...con esto en el culo...de sexo ni hablamos ¿no?
-¿Qué te hace pensar que yo me voy a enamorar de un niñato que quiere mostrar su hombría burlando toros?
-Ah pero...¿hay que estar enamorado para eso? Pues...yo ya me estoy enamorando un poco de ti eh.
Jurdana se acercó al caldero y con un cazo lleno un bol del reconstituyente caldo.
-Anda chaval, tómate esto que lo necesitas para recuperarte de la herida y...para lo otro, si alguna vez se produce.
-¿Tú crees que tengo posibilidades?
-No sé. Alguna descerebrada habrá en el valle que no se resista a la valentía de un chavalico que se enfrenta a animales furos. Pero hazte a la idea de que para eso todavía te faltan quince días o un mes.
-Me has entendido perfectamente, Jurdana.
-Sigue mis instrucciones, cúrate y ya hablaremos.
SAN ROMAN. AMILLANO, NAVARRA.
SAN ROMAN. AMILLANO, NAVARRA.
Accesible en coche. Con bastantes problemas para personas con movilidad reducida.
Románico goticoide con influencias cistercienses. Conserva poco de románico pero...algo hay. Como iglesia para visitar exclusivamente no la veo. Pero...casi todos los pueblos del valle tienen una similar y de las mismas fechas, finales del XII y principios del XIII. Yo, en estos casos, recomiendo visitar el valle un fin de semana, alojarse en cualquiera de las casa rurales que hay en él y, a partir de ahí, planear un ciclo de excursiones para empaparse de la esencia de esos siglos. No ví el interior pero...parece edificada sobre una roca.
En esta ocasión he utilizado una lista variada para inspirarme.
https://www.youtube.com/watch?v=MSUgRkt-sOU...
EL APAREAMIENTO DE LOS ZAPATEROS.
En las mañanas de junio el calor apretaba de lo lindo. El Mierdulín estaba totalmente recuperado de su herida. Sentado en la horquilla baja de un gigantesco roble, disfrutando de la sombra y de la brisa que movía las ramas vio venir a lo lejos un zagalico que parecía despistado.
-Chaval ¿se te ha perdido algo por aquí?.
-Busco a una tal Jurdana. Me han dicho en el pueblo que la lleve allí aunque sea a rastras. Soy de Amillano.
-Mira...igual es mejor que se lo pidas por favor, si lo intentas a la brava no va a querer ir. ¿Para qué la necesitas?.
-A ti qué te importa es con ella con la quiero hablar. ¿Qué eres su marido o qué?.
-¿Marido? Jurdana ni tiene ni tendrá marido. No se aguanta a sí misma como para aguantar a un pedorro rondando por sus faldas. Venga, te acompaño a verla.
Jurdana tenía, al lado de su casa un pozo de hielo. Una edificación cónica con un agujero superior y una ventana de carga, que daba acceso a una escalera que circundaba la pared, cubrían un agujero circular de unos diez metros de diámetro y otros tantos de profundidad. El suelo lo formaba un enrejado de madera y sobre el, durante el invierno, iban colocando alternamente una capa de nieve prensada y otra de paja. El hielo que se producía duraba todo el verano y parte del otoño hasta bien entrado noviembre. Los habitantes del valle lo conocían y, en temporada de nevadas, ayudaban a la moza a llenar el depósito a cambio de poder tener alimentos guardados allí y disponer de hielo en verano.. Esta costumbre, heredada de los romanos, se había perdido en la edad media pero algunas aún sabían como rellenar el pozo en invierno y su función de conservación de alimentos y medicinas.
Les preparó al Mierdulín y al joven un extracto helado de frutas del bosque, el chaval de Amillano no daba crédito. En su vida había visto algo igual.
-¿Como te llamas?
- Nuño.
- Y, ¿que me cuentas?
-Me han enviado de Amillano porque soy el más ligero del pueblo. El hijo del señor se ha caído del caballo en una partida de caza y le duele mucho el brazo, no puede moverlo sin dar grandes alaridos. Quieren que acudas cuanto antes para apañarlo.
Los tres se dirigieron a Amillano. Jurdana reconoció el brazo del paciente. No le vio mayor complicación, la fractura era limpia y no se apreciaba gran desplazamiento. El brazo había conservado prácticamente su posición funcional. Se limitó a entablillarlo y recomendarle unas infusiones de corteza de sauce y otras hierbas para aguantar los dolores los primeros días prometiendo que volvería cada dos o tres días y asegurando que, si se producía alguna complicación, volvería de inmediato.
De vuelta a casa el calor apretaba de lo lindo. Encontraron una explanada con hierba en la ribera de un riachuelo que formaba un remanso en esa zona. En realidad no lo encontraron, Jurdana conocía el remanso de sobra, algunas veces se había bañado en él. Bolitas de algodón de las semillas del chopo perlaban la superficie y, entre ellas, los zapateros, aprovechando la tensión superficial del agua, se movían a su antojo buscando otros insectos que, despistados, habían caído al agua y que iban a constituir la merienda de ese día, o procurándose pareja para dedicarse a lo que se dedican todos los animales para perpetuar su especie.
Estaban sentados a la sombra de un chopo, disfrutando de su sombra y agradeciendo un ligero airecillo que les refrescaba. Jurdana se levantó y se acercó a la orilla, metió un pie dentro del agua; el Mierdulín mordisqueaba la raíz blanca de un junco. De espaldas al mozo y sin mirarle empezó a desnudarse lentamente, se mantuvo unos segundos a contraluz y suavemente se fue introduciendo en el remanso. Se volvió hacia el joven, sonreía pícaramente:
-Oye Mierdulín, un baño no te vendría mal, hueles a zorromacho.
-No. Podrían vernos y no estaría bien.
-Antes de que alguien pueda vernos Zukov ya habrá ladrado para avisarnos.
-Que no, que no me meto.
-Tú verás, si no te bañas vas a tener que dormir al raso, no quiero malos olores en mi casa.
-¿Es que no te enteras? Que no se nadar juer, tengo pavor al agua.
-Vale, yo te ayudo. Oye, no te dará vergüenza desnudarte delante de mí ¿no? Recuerda que ya te he visto en cueros.
Era una sensación extraña, el Mierdulín ya había estado con bastantes mujeres y no había sido especialmente tímido pero, ante Jurdana, estaba desarmado.
-Venga, te desnudas, me pongo de espaldas y no te miro, entras en el agua y ahí ya te ayudo yo.
Al final, entre yo te ayudo, cuidado con esa piedra que resbala, acércate que no te voy a morder, sujétate en mi brazo, ponte más cerca y agárrame de la cintura, pasó lo que tenía que pasar: el apareamiento de los zapateros.
Mira, en todo lo que leo últimamente, sea del género que sea, hay como mínimo una relación sexual. Y parece que hay una lucha personal para describir el sexo lo más descarnadamente posible pero intentando disfrazarlo para que parezca más o menos literario y para demostrar que el autor tiene abundantes conocimientos de las artes amatorias.
Yo no voy a caer en esa tentación porque seguro que lo describiría de forma zafia o, lo que sería bastante peor, podría dar la impresión de estar más salido que el choto de la Legión. Pero...os conozco y tenéis una imaginación desbordante. Yo os voy a dar dos apuntes y vuestra mente hará el resto.
Lo de Jurdana y el Mierdulín ¿fue divertido?, mucho, debido a la situación; ¿fue placentero?, enormemente porque ambos conocían de sobra los mecanismos que provocaban oleadas de placer; ¿fue excepcional?, no, el Mierdulín tenía el desarrollo emotivo de un limaco y Jurdana lo sabía de sobra. Faltó la conexión emocional para que la explosión deslumbrase al universo.
-Jurdana, yo...La moza lo paró en seco poniéndole un dedo en los labios.
-No me debes y no te debo nada. No somos el uno para el otro y lo sabes. Dentro de unos días te irás a tus toros y yo seguiré en mi valle cuidando de los míos. Cuando vuelvas por aquí, que volverás, estaré dispuesta a recordar este momento si no tengo ningún compromiso. Pero no esperes nada más.
SAN PEDRO. OLITE, NAVARRA.
SAN PEDRO. OLITE, NAVARRA.
Accesible en coche. Sin problemas para personas con movilidad reducida.
¿Qué os voy a contar de Olite? Mira...si no habéis estado, id y ya me contaréis.
He utilizado para inspirarme en este relato música de Fairport Convention:
https://www.youtube.com/watch?v=dtVkYMFueWs...
QUIETO MIERDULÍN.
Principios de junio de 1260. Calor, mucho calor. Tormentas cortas por las tardes que anunciaban más calor para el día siguiente. Se rumoreaba por el reino que el senescal que gobernaba Navarra, Clemente de Launay, había organizado en Olite, en la segunda quincena del mes, un ensayo de fiestas durante una semana para agasajar a Teobaldo II si alguna vez se le ocurría venir por su casa. El rey era más amigo de asentar sus reales posaderas en los cojines de la corte de Francia, e intercambiar impresiones con su suegro el Santo, que en el trono de Navarra. Estos rumores llegaron a oídos del Mierdulín que empezó a rumiar la forma de explicarle a Jurdana que se iba a ausentar un tiempo.
Se levantaba por las mañanas y, desde uno de los poyos que flanqueaban la puerta, ensayaba un salto mortal hacia adelante. Unas veces caía de culo, otras en cuclillas y, últimamente, las más de las veces de pie. Jurdana, que ya se olía la tostada observaba sus evoluciones y pensaba para sí: -¿qué estará tramando este membrillo?.
-Qué Mierdulín ¿haciendo un poco de ejercicio para mantenerte en forma?
-Algo así.
-Y...sin ánimo de ser suspicaz, ¿no estarás ensayando alguna de esas tonterías que haces con los toros?
-Bueno...igual se puede aprovechar esta habilidad para hacer algo que se vea. Y, por cierto, la semana que viene me voy unos días a Olite.
-Ya, a las fiestas de Clemente, he oído algo por ahí.
-Sí, no te voy a engañar. Habrá toros y estará toda la nobleza y altas jerarquías eclesiásticas allí.
-Y...como no eres suficientemente conocido, irás para hacerte más famoso todavía.
-A ver Jurdana, no soy de echar raíces, lo sabes de sobra y tarde o temprano tenía que pasar. Te quiero pero no puedo atarme a ti ni a nadie.
-Lo tenía asumido. Aquí tendrás tu casa cuando vuelvas por la zona. Siempre estarás en mí mente pero no voy a estar atada a ti. Agua, pan y un lecho, probablemente compartido, no te van a faltar cuando vengas. Cuídate y...tengo un presentimiento. Aléjate de báculos y mitras.
Sancho VII el Fuerte había construido en Olite un palacio, hoy palacio de los Teobaldos, y en la plaza que tenía en frente se iban a celebrar casi todos los actos festivos de la semana que había organizado el senescal.
El Mierdulín se paseaba por Olite recibiendo los saludos entusiastas de la gente.
-Mierdulín, pensábamos que no habías salido vivo de esa cogida que tuviste.
-Bah un poco malparado pero dispuesto a dar guerra.
-¿Te veremos con los toros?
-Por supuesto.
Y, llegado el primer día de toros, la plaza estaba rodeada de carros abarrotados de gente y los balcones de palacio ocupados por el senescal, el obispo, algunos abades y nobles de todo Navarra.
El Mierdulín había participado en los juegos con dos toros y, antes de que saliera el tercero, se dirigió al centro de la plaza con una especie de pirámide truncada con una superficie superior de dos por dos palmos. Se subió a ella, silencio absoluto, toda la gente se apartó a los carros expectantes.
-¿Qué hace? ¿Está loco?
Hizo una señal al encargado de abrir el toril. Se abrió la puerta, un toro que sale al paso, escarba en la tierra, y con un bufido sale a galope bordeando los carros. El Mierdulín impasible. No se sabía si estaba tranquilo o alterado porque ni se le notaba la respiración. El toro, después de dar dos vueltas mirando los carros, se fijó en el centro de la plaza. Arremetió a galope contra el Mierdulín. Este se mantuvo impávido; el toro tiró un derrote amenazador sin topar, miró como con desprecio al conjunto y se desentendió de él marchándose indolente, dio dos vueltas a la plaza tirando derrotes hacia la gente que se escondía bajo los carros y, convencido que no había amenazas para él, repitió el ataque al Mierdulín con la misma liturgia. Esta vez paró el derrote a dos dedos de la pirámide, levantó la cabeza y miró fijamente al osado que estaba sobre ella.
La gente empezó a silbar al toro pensando que era poco menos que un buey. El Mierdulín, cuando lo tuvo de frente, alzó y bajo los brazos rápidamente mientras emitía un grito ejeeeeee.
El toro se arrancó hecho una furia, el Mierdulín aguantó hasta que el animal topó contra la pirámide a la vez que el chaval rodaba graciosamente sobre su lomo para caer detrás de él, el animal se revolvió buscándolo y el casiniño con dos cuarteos y un quiebro dejó al toro parado en el centro de la plaza. El clamor fue espectacular. Durante toda la tarde no se habló de otra cosa en Olite.
El senescal lo llamó a palacio.
-Mierdulín, esta noche te vienes a cenar con todos nosotros. Queremos rendir homenaje al hombre más valiente de este reino. ¡Qué suerte tienes, todas las damas del reino te quieren a su lado!
Ya en la cena todos, nobles, eclesiásticos...estaban ciegos como atunes. Se habían bebido la cosecha de un año, exagerando un poco.
El Tuerto se acercó al chaval y entabló conversación con él.
-Por cierto, dentro de unos días vamos a tentar a unas reses en nuestra finca. Tu conoces de sobra a mi mayoral y sus pastores. Me encantaría que vinieses. He observado en ti algunas cosas que me interesan mucho, mucho.
-Me llevo bien con los de Cuellar. Si no tengo un percance antes, me verás en ese tentadero y...no sé por qué, presiento que me vas a proponer algo que no tiene nada que ver con los toros.
-Ya hablaremos, ya hablaremos.
Y, como siempre, me adelanto a vuestros pensamientos. Diréis...
-No señor, esa suerte que describes la inventó un tal Tancredo en el siglo XIX.
Y yo os digo:
-Efectivamente, eso dicen. Pero yo digo que la inventó el Mierdulín y le añado un "Si non è vero, è ben trovato".
LA NATIVIDAD. GARISOAIN. VALLE DE GUESALAZ, NAVARRA.
LA NATIVIDAD. GARISOAIN. VALLE DE GUESALAZ, NAVARRA.
La iglesia original era románica de finales del siglo XII. En el siglo XVI un incendio la arrasó y se construyó la actual sobre los restos de la románica. Lo único que queda de esa época es toda la base y la portada. Voy a poner fotos de todo el conjunto porque se aprecia claramente la base. También estarán las fotos de la portada, por supuesto , una de un reloj que marca la hora a la que hice el reportaje y dos fotos de regalo que demuestran que la actividad en esta iglesia.......ummm... ¿como te diría yo?...diaria no es.
¿Merece una visita? Tú verás. Para mí sí porque la incluyo dentro de un recorrido por el valle que está plagado de iglesias románicogoticoides. Yo sugiero, como siempre, el plan casa rural, que las hay y bien chulas, y dos, tres, cuatro días o más...como lo veas, de pateos por el valle.
Para inspirarme en este capítulo he elegido música de Tim Hart y Maddy Prior antes de formar el grupo Steeleye Span.
https://www.youtube.com/watch?v=UXUYy4ZxvDM
EL OSO DE GUESALAZ.
Quiero avisaros de que la descripción de este personaje va a ser muy cruda. Si no podéis aguantar la crueldad que voy a describir, necesaria para comprender al protagonista y las funciones que desarrollará en la historia, os pido que no sigáis con la lectura. Sabed, de todos modos que era un tipo rozando la psicopatía, incapaz de la más mínima empatía con ningún ser vivo.
Se llamaba Beltso. Había nacido en la mejor familia de Guesalaz y era el heredero de un señorío que comprendía gran parte del valle. A la muerte de su padre, cuando Beltso acababa de cumplir 18 años, renunció a la herencia en favor de su hermano pequeño con la condición de mantener como propia una casa y su servicio en Garisoain y una renta anual, el diezmo de los beneficios del señorío. Decidió que su vida iba a ser la aventura.
Medía más de seis pies (1.90 pasados), y tenía una espalda que parecía el lienzo oeste de la iglesia del pueblo. Unas manos de las que te daban un sopapo y te hacían viajar en el tiempo cambiando de dimensión. Su arma preferida era lo que hoy llamamos lucero del alba y que en su tiempo se llamaba mangual. Entre sus muchas actividades, protección de señores, extorsión para lograr pagos, guerra, destacó por su habilidad para la lidia de reses bravas. Era muy solicitado en las diferentes fiestas patronales como espectáculo principal y por los señores de Navarra para resolver problemas en los que la "persuasión" fuese importante.
Estando en Olite, en las fiestas que había organizado el senescal Clemente de Launay, se encontró con el Mierdulín en una tasca de mala nota social pero reconocida reputación gastronómica.
-Mierdulín, ven conmigo, te invito a cenar, tengo cosas que hablar contigo.
Ante un gorrín asado y un buen vino a pelo, sin aguar, Beltso quería proponerle un negocio al Mierdulín.
-Mira, los dos nos dedicamos a lo mismo de diferentes formas. Tu eres el mejor burlando toros y yo soy el mejor dándoles muerte a caballo. En el mismo espectáculo tu puedes lucirte con tus cuarteos, quiebros y movimientos variados y ayudarme a mí cuando un toro acobardado se me encierra en querencias o cuando yo pierdo el control de la situación. Las ganancias a medias.
-No lo tengo claro, Beltso. He oído cosas de ti y yo...no sé, no soy muy partidario de dar muerte al toro. Tendría que ver lo que haces para decidir.
-Mañana mato dos toros, asegúrate de estar en la plaza que te los brindaré muy gustoso.
-No faltaré pero no te prometo nada. Yo no te juzgaré pero...soy un poco reacio a esa forma de lidiar.
-Los animales son alimentación, Mierdulín. Una muerte se produce a espaldas de la gente y la otra a la vista y como parte de un espectáculo, pero las dos son igual de crueles.
Al día siguiente, a media tarde, casi todo Olite esperaba ansioso la actuación de Beltso, el Oso de Guesalaz. Su forma de lidiar era diferente a la de otros nobles. Normalmente mataban los toros lanceándolos desde el caballo, la garrocha marcaba las distancias. El Oso no, el Oso era amigo de la proximidad, utilizaba el mangual; uno de tres bolas con puntas de dos pulgadas (unos cinco centimetros) y otro de una bola con puntas de cuatro pulgadas. Estaba formado por un mango de tres palmos, una cadena de unos cinco palmos y un número de bolas con puntas a gusto del usuario.
Salió el primer toro barbeando los carros y cuando vio al jinete galopó hacia él con un tranco vivo. El Oso espoleó al caballo y fijó al toro con la cola del cuadrúpedo. Encelado en ella lo llevó dos vueltas a la plaza hasta que el toro se paró. El Oso enfrentó al caballo con el toro y galopando hacia el, en el embroque, descargó un golpe seco con las tres bolas del mangual en el morrillo del animal. Dos bolas dieron de lleno y una de refilón produciendo un surtidor de sangre. El toro arremetió furioso contra el caballo pero el Oso ya estaba galopando y volviendo a encelar a la res . Repitió la suerte cuatro veces. El morrillo del toro era un amasijo de jirones de piel, carne desgajada, astillas de hueso, sangre, mucha sangre. El toro se paró en el centro de la plaza, tenía una mirada furiosa, sorprendida; estaba cansado, muy cansado, sin fuerzas, respiraba mal. Miraba al jinete sin comprender por qué se había producido esta situación. Guardó sus últimas fuerzas para seguir atacando, el Oso se confió, se fue acercando poco a poco, el toro no daba señales de crear peligro.
-Más cerca Lucero, más cerca, espoleaba el Oso al caballo.
El toro navarro desarrollaba mucho sentido y se arrancaba, normalmente, a presa fija. En un descuido, el toro atacó haciendo presa en el animal, derribando a caballo y caballero y corneando al corcel repetidamente. El cuadrúpedo se puso en pie despavorido, estaba gravísimamente herido; anduvo varios pasos y cayó fulminado, sin fuerzas y agonizando. El toro, moribundo, se quedó mirando al animal y, de repente, el otro animal, el de dos patas, se acercó completamente airado y portando el mangual de una bola. Ni siquiera se planteó si el toro tenía peligro o no. Descargó un golpe en el testuz, justo detrás de la cornamenta. Pero el animal tenía la cabeza demasiado alta y el golpe solo produjo un dolor insoportable. El toro se arrancó persiguiéndole y, cuando estaba a punto de alcanzarlo, el Mierdulín cruzándose entre los dos se lo llevó prendido. El Oso ni siquiera se dignó darle las gracias por el quite. Volvió a dar la cara al toro y esta vez sí, se acercó mas, el toro humilló como para arrancarse, el Oso se acercó todavía más y de un certero golpe en la nuca lo descabelló. Recibiendo los vítores de toda la gente que llenaba la plaza se dirigió hacia el Mierdulín.
-¿Qué? ¿Cómo lo has visto? Esto es lo que quiero, entre otras cosas, de nuestra asociación, que me soluciones los problemas que pueden suceder en la lidia.
-No te ofendas Beltso, pero no cuentes conmigo. Yo respeto lo que haces pero a mi no me gusta, me produce mucha tristeza el trato al animal. No quiero participar en esto. Por lo demás...nos iremos viendo por los pueblos y tan amigos. ¿Quién sabe lo que nos deparará la vida?
-Te entiendo, Mierdulín, es duro sí. Hay que desprenderse de todo sentimiento para hacerlo. Yo no odio al toro. Solamente le doy a la gente lo que quiere ver.
-Nos veremos Beltso.
-Por cierto, Mierdulín, ¿sabes algo de alguien a quien llaman el Tuerto? ¿Ha hablado contigo?
-Algo hay.
-No, si al final tiraremos del mismo carro y no me refiero al toro, chaval.
-Tiempo al tiempo.
SAN MIGUEL. ESTELLA, NAVARRA.
SAN MIGUEL. ESTELLA, NAVARRA.
Curiosa, espectacular e imprescindible iglesia-fortaleza romanicogoticoide. Se empezó a construir en una fase en la que el románico tendía a la desaparición y derivó hacia un gótico descarado. Hay mucho románico que ver aquí. Yo he tenido la suerte de encontrar abierta la verja que cierra el acceso a la portada y al templo. O sea, que he salido con un archivo fotográfico pesado, una mañana empleada y los ojos haciendo txiribitas de contento.
Accesible en coche. Algún problemica, pero asequible, para personas con movilidad reducida.
Mira, me pongo en plan abuelo Cebolleta. En la década de los setenta yo era guitarrista en un grupo folk. Una de mis referencias era Marcel Dadi. Ya se que no tiene nada que ver con la historieta que voy a poner aquí pero...a mi me inspira.
https://www.youtube.com/watch?v=MYC5okki8Rw
EL TXIRRIAU
El Tuerto, el Manco, el Bidáctilo y los franceses Hubert y Jean Paul andaban por tierra Estella intentando colocar unas imágenes de madera de roble y con un relicario, que contenía huesecillos, ropajes y otras minucias de más que dudosa procedencia, en la espalda. Talladas en Berrioplano por El Trampas y el Zarpas y con las reliquias con sus correspondientes certificados, falsos como el beso de Judas, redactados por el Manco. Se les había unido recientemente y les acompañaba en sus andanzas un elemento, llamado Johannes, de ascendencia francesa, que pretendía unirse a la banda.
Se había afincado en la zona de Estella un individuo que se dedicaba a asaltar peregrinos con métodos, a menudo muy salvajes, y despojarles de lo poco o mucho que llevaban encima. Si se resistían lo más mínimo, no dudaba en darles muerte degollándolos. Los habitantes de la zona le llamaban el Txirriau debido a la forma de perpetrar sus ataques. Nadie que le hubiera visto el rostro había vivido para contarlo. Paseaba por Estella vigilando a los peregrinos más asequibles y con más pinta de llevar buena bolsa. Era un excelente nadador, de ahí su apodo, y podía pasar el río en su zona más movida nadando y arrastrando, a la vez, un saco cargado con el equivalente a su propio peso.
Su modus operandi era de lo más curioso. Asaltaba a su víctima cerca de la ribera del río, lo dejaba en cueros vivos, pasaba nadando al otro lado del río con su botín y desaparecía. Las autoridades ya estaban al acecho y habían puesto vigilancia en cinco zonas en las que solía actuar. A finales de julio de 1260 la vigilancia dio su fruto, el Txirriau cayó en una emboscada y fue trasladado a Estella debidamente atado. Se corrió la voz y la gente salió al paso de la comitiva. Le lanzaban escupitajos, frutas y hortalizas podridas y le gritaban todo tipo de improperios. Se instaló un cadalso en la plazoleta que formaban unas rocas que, a su vez, eran el asiento de la imponente iglesia de San Miguel. Durante tres días, y vigilado para que no le diesen muerte los ciudadanos, estuvo en el cepo mientras la gente aprovechaba para lanzarle todo tipo de inmundicias.
Hubert y Jean Paul pasaron por casualidad por la plazoleta y observaron el espectáculo. Cuando el Txirriau levantó la cabeza se quedaron pasmados.
-Xoder Johannes, ¿qué te ha pasado?.
-Nada, tranquilos. Me han debido de confundir con un asesino.
-Y tú...no tienes nada que ver ¿no?
Uno de los vigilantes se acercó a los franceses.
-No le hagáis ni caso, se le ha tendido una emboscada y ha caído cual mosca en telaraña.
-Mira, Johannes, andaremos por aquí y, si nos reclaman las autoridades para certificar algo...ya veremos si te ayudamos.
Tras un juicio sumarísimo fue condenado a morir ahorcado en el patíbulo de la plazoleta.
***
La banda del Tuerto buscaba mesa para cenar en un garito de los de sobresaliente cum laude en golferío. Localizaron al Mierdulín y al Oso sentados y se dirigieron hacia ellos.
-¿Nos hacéis un sitio?
-Bienvenidos. ¿Cómo va el señorío de Berrioplano?
-Vamos bien, con nuestros negocios...nuestras cosas. Nuestro ganado. Mañana y pasado nuestras reses darán más de un susto en la plaza adjunta a la iglesia.
-Ya nos habíamos enterado y por eso estamos aquí.
-Por cierto, en su día, os hablé a los dos de un trabajo. No os dije lo que era. Hemos coincidido en varios banquetes y me he fijado en que ambos simuláis estar ebrios sin haber probado una gota de vino y que estáis atentos a todo lo que se habla. O sea, que os enteráis de lo que se cuece en el reino y ahí viene mi interés. Sabéis de sobra que la información es la clave para progresar sin tropiezos. Quiero que trabajéis para el señorío, vosotros seguís con vuestra vida normal pero, periódicamente, me informáis de todo lo que se hable y que afecte a Berrioplano, quien lo habla y quiénes son sus oyentes. En definitiva, quiero que seáis mis ojos y mis oídos en el reino. Lógicamente tendréis unas compensaciones acordes con vuestra aportación a la buena marcha de nuestro negocio.
El Oso y el Mierdulín se miraban el uno al otro como valorando la proposición.
-Déjanos ver como patalea mañana por la mañana el Txirriau; lidiareros unos toros vuestros por la tarde y...ya veremos que decisión tomamos ¿no es así Mierdulín?
-Así es. En unos días te contestaremos.
-¿El Txirriau?- exclamó Hubert, -valiente malnacido. ¡Qué engañados nos tenía! Mira que mezclarnos con semejante animal. Y decía que quería integrarse en nuestra banda. Más vale que el Manco lo vio venir y nos avisó de que no era trigo limpio.
***
La plazoleta estaba llena de par de mañana. Gran parte de los habitantes de Estella se habían concentrado para ver al Txirriau colgando como un jamón. La agonía duró unos minutos tras los cuales metieron el cadáver en un barril, lo cerraron a cal y canto y lo lanzaron al río al grito de:
-A cascarla Txirriau, a ver si puedes escapar de esta.
Unos franciscanos recogieron el barril aguas abajo, constataron que se trataba del cadáver del forajido y le dieron sepultura en el exterior del cementerio, al lado de la tapia.
Las tardes de toros se iban a celebrar en la plaza anexa a la iglesia por dos razones importantes: había un hospital de peregrinos al lado y ahí podían tratar las heridas que se produjeran en los festejos y, lo que era muy importante, tenían los clérigos al lado para asistir en confesión a los heridos graves y aplicarles la extremaunción si procedía.
Tras una entretenida tarde de toros, con las habilidades del Mierdulín y las brutalidades del Oso, se volvieron a juntar los dos en el templo del golferío, como al descuido, con parte de la banda del Tuerto.
-Y bien...¿habéis decidido algo?
-Se puede probar a ver.
PORTADA DE SAN MIGUEL. ESTELLA, NAVARRA.
PORTADA DE SAN MIGUEL. ESTELLA, NAVARRA
Accesible en coche. Con algún pequeño problema para personas con movilidad reducida. Alguna escalera.
Una portada que necesitas muchos días de estudio pero, si no eres estudioso, te puedes apañar con una mañana o una tarde de admiración.
Para inspirarme en esta ocasión he utilizado la música de Dixie Chicks. Para mí entre los cinco mejores grupos de country. Si quieres aprender a hacer armonías tienes que estudiarlas.
https://www.youtube.com/watch?v=EKdoOg-Xfd8...
TE DEUM
Gran parte de la nobleza del reino de Navarra se había reunido en Estella para contemplar el ajusticiamiento del Txirriau y para participar en las fiestas que acompañarían al evento. Pedro Jiménez de Gazólaz, obispo de Pamplona, había convocado a un Te Deum en San Miguel de Estella para dar gracias por la captura y ajusticiamiento del malhechor. Las autoridades de la ciudad, para celebrar el evento, habían organizado un banquete en la plaza de la iglesia para todos los ciudadanos. El obispo de Pamplona, con la misma intención dio, de su peculio, otro para abades, nobles e invitados en un recinto de la iglesia. Se había permitido la frivolidad de invitar también al Oso de Guesalaz y al Mierdulín. Al primero como noble del valle de Guesalaz y como personaje curioso de la farándula que despertaba el morbo por su brutalidad lidiando toros y al segundo como curiosidad que estaba en boca de todo el reino por su habilidad burlando reses bravas.
Los representantes del señorío de Berrioplano habían excusado su asistencia alegando problemas urgentes que resolver en sus tierras. El vino de la zona, excelente por cierto, empezaba a empañar las mentes de muchos comensales con una neblina que distorsionaba un poco el pensamiento o...lo esclarecía, ¡vete tú a saber! El Oso y el Mierdulín contaban sus aventuras fingiendo una embriaguez que no tenían.
Pedro Jiménez de Gazólaz, obispo de Pamplona, con un punto de cabreo debido al feo que le habían hecho, debatía con un grupo de nobles sobre el entramado del señorío de Berrioplano
-Aunque se presenta como un avance social sin precedentes a nosotros no nos convence. Esa historia de igualar prácticamente a la nobleza y a los siervos ¿qué sentido tiene?. No nos puede traer más que problemas. Por otra parte me consta que la gente que regenta el señorío, aunque está dirigida por un noble sui generis pero muy apreciado por Teobaldo II, forman parte de una cuadrilla de dudosa reputación. Y esa gente que han traído de Cuellar al mando de un moro para dirigir su ganadería...
Raquel, una muy joven y guapísima sirvienta que acompañaba siempre al obispo y que no se separaba de él, les llevó una jarra más de buen vino.
-Y ¿qué podemos hacer nosotros? Os recuerdo que tienen el apoyo del rey.
-El rey está en Francia y nosotros...podríamos hacer cosas para perjudicar a esa gente.
-Raqueeellll, más vino.
-Imaginaos un día de septiembre, muy caluroso, con toda la maleza del monte seca, los rastrojos de algunas fincas...no sé, una chispa, o varias en varios sitios a la vez, todo arde y una finca ganadera está en el centro del incendio, graneros, forraje, animales... ¡qué pérdida más onerosa!- pensaba en alto un noble.
El obispo, con el índice y el pulgar, se masajeaba el mentón en actitud pensativa.
-Es una idea excelente pero hay que madurarla bien. Se me ocurre algo. Vamos a sobornar a uno de los pastores para que sea él el que provoque el incendio.
-No querrá ninguno, son fieles a su jefe.
-Hay uno que es feo como un demonio y además el Señor ha sido tacaño con él en el reparto de luces. Vale para recoger cuatro cagajones y para de contar. Puede empezar dando fuego al bosque sur un día de bochorno y, cuando todo el mundo vaya a sofocarlo, pegarle fuego a graneros y finca. Mi fiel Raquel puede encargarse del trabajo. Si le ofrece un puesto en mis cuadras y explota un poco sus carencias afectivas...seguro que lo convence.
-¿Vuestra Reverencia quiere condenarme al fuego eterno?- Ironizó la muchacha.
-Tranquila Raquel utiliza todos los medios necesarios. Si incurres en pecado yo mismo te absolveré.
El Oso y el Mierdulín intentaban no perder detalle de lo que se gestaba pero las conversaciones no les llegaban con claridad. Raquel había entablado una relación de coqueteo con este último. Besos y algunas caricias detrás de unos cortinones. Promesas de difícil cumplimiento. Raquel, que era de las de aquí te pillo aquí te mato y que me quiten lo bailado, sabía que una relación con el burlador de toros no iba a ninguna parte pero...su instinto le pedía dejarse llevar además...tenía otros pensamientos que le animaban a ser cariñosa con el muchacho y el amor no tenía nada que ver.
-¿Qué traman, Raquel?
-A ver Mierdulín ¿tú piensas que soy tonta o qué? Os estoy viendo todo el rato intentando enteraros de lo que se habla y supongo que esa información es para alguien que os paga muy bien ¿el Tuerto? Yo quiero formar parte de ese negocio. Tened en cuenta que soy la persona de confianza del obispo y, si lo que pienso es cierto, puedo ser de enorme valor.
- Esa decisión no puedo tomarla yo pero hablaré con quien tenga que hacerlo y veremos que sale de aquí. Eso sí, quiero toda la información de ese incendio, yo le diré a la persona adecuada de dónde sale y, con tu valía, no creo que habrá problemas para incorporarte al equipo.
MONASTERIO SANTA MARIA DE IRATXE. AYEGUI, NAVARRA.
MONASTERIO SANTA MARIA DE IRATXE. AYEGUI, NAVARRA.
Después de las fiestas de San Fermín y unos días de descanso me reincorporo a las publicaciones de románico navarro y continúo con las historietas de esta cuadrilla de desaforados que se movió por Navarra en el siglo XIII.
Accesible en coche y sin problemas destacables para personas con movilidad reducida.
Si no has estado nunca y, viendo el reportaje que pondré aquí, te apetece ir a hacer unas cuantas fotos te voy a dar un consejo: para apreciar todos los detalles de los canecillos y de los capiteles, que tienen detalles curiosos difíciles de ver a simple vista, necesitarás un zoom óptico aceptable y un buen trípode.
La imagen de la virgen que os pongo es una copia. La original se encuentra en la iglesia de Dicastillo. Merece la pena visitarla porque es excepcional pero os tendréis que enterar de los horarios de misa.
RAQUEL.
Tras el revuelo que había causado el apresamiento, juicio y ejecución del Txirriau, al que habían asistido todas las fuerzas vivas del reino, los principales se estaban reuniendo en grupos para solucionar los flecos que tenían pendientes en sus acuerdos particulares.
En esas estaban el obispo de Pamplona y el abad de Iratxe. Hacía unos años que habían firmado un tratado que no escocía excesivamente a ninguno de los dos y la relación que tenían en ese momento era educada sin ser cordial. Podríais pensar que su mala relación anterior se debía a discrepancias sobre el apacentamiento de la grey pero...¡qué va! ¡qué va!, el problema era únicamente de reparto de porcentajes de viruta y de asignación de párrocos.
Ante una buena mesa en la que no faltaba de nada el abad se dirigió al obispo:
-Reverencia, ¿es necesario que vuestra barragana asista a nuestras deliberaciones?. A mí no me produce ninguna confianza, no puedo hablar con libertad estando ella presente.
-Ese término que habéis utilizado les ha costado a varios nobles andar mendigando unas migajas en los diferentes señoríos del reino y a más de un canónigo estar echando bendiciones a las cabras y escuchar confesiones de peregrinos por recónditos pueblos del Pirineo para ganarse el sustento. Raquel puede parecer mi sirviente o mi barragana pero en realidad es la mejor consejera que tengo y la que me da toda la información necesaria para no naufragar en este reino. ¿Cómo consigue la información? Miradla bien, no hace falta ser muy listo...Ahora mismo ha descubierto una red que tiene el señorío de Berrioplano y que les permite ir un paso por delante de nuestras actuaciones. Como ya insinuamos en Estella, habría que destruir esa red si queremos acabar con ese señorío que no nos puede producir nada bueno.
-Retiro el término, llamémosle consultora. No estaba al tanto de las habilidades de Raquel que, por lo visto, son muchas. Y, por supuesto, no tengo ningún reparo en que escuche y participe en nuestras conversaciones.
-Para sacar adelante este plan es necesario discreción absoluta. Yo voy a intentar introducir a Raquel en el equipo del señorío. Le daremos información verdadera para que la traslade a la banda del Tuerto. Será sobre intentos de sabotaje. No tendrá problema para infiltrarse en el equipo.
-No vamos a sacar a relucir nombres para que no haya filtraciones pero estaréis al tanto de todas las acciones que se lleven a cabo. A partir de ahí sacaréis conclusiones sobre la importancia de la red.
-¿Qué gano yo en todo esto? Reverencia.
-Los dos ganamos. Nos repartiremos el señorío equitativamente cuando acabemos con él. Intentaremos reducir todo lo que podamos el círculo de los que estamos en este negocio.
***
Raquel se movía, días después de esta conversación, por el valle del Arakil. Buscaba referencias de los doce Cuellar. Había localizado a un tal Martinico, con menos luces que un candil y, a la vez, con una ambición poco acorde con sus limitadas dotes. La chica se limitó a dejarse ver, esperando que la trucha viese la mosca. El ego del muchacho le hizo pensar que ese cuerpo serrano se movía por y para él.
Martinico había sido contratado por Mateo (Mohamat) para atender funciones de pastor. Era oriundo del valle. Había sido pastor de cabras y ovejas. Despreciaba a la banda y, en su fuero interno, estaba totalmente convencido de que era mucho mejor que ellos y de que podía encargarse con éxito de la selección y cría del ganado bravo. En sus sueños se veía comandando la cuadrilla de pastores que se iban a dedicar al trasiego de las reses.
-Oye, neska, de por aquí no eres ¿no?.
-No pero...por ahí he oído hablar de un tal Martinico que vive en el valle del Arakil y que tiene pinta de que será en su día el encargado del ganado del señorío de Berrioplano.
-Y, ese mastuerzo ¿para qué buscas o qué?
-No es ningún mastuerzo. Yo ya estoy en edad de formar una familia y busco alguien que me garantice una vida acomodada.
-No se yo si va a valerte ese baldarra.
-Mira...ese Martinico eres tú y, si no te interesa lo que ves...aire. Ya me buscaré otro un poco más ambicioso.
-No, no. Yo soy ese del que hablas. Me encantaría formar parte de esa familia que dices.
-Por cierto...un adelanto ¿no podrías darme? ¿qué sé yo? Unos besos, unas caricias, algo pa soñar to las noches.
-Más adelante. Todo lo que pienso darte te lo tendrás que ganar día a día.
-Y tú, neska, ¿como te llamas tú? Y ¿de dónde vienes?
- Soy Ederne y vengo de Roncesvalles.
-Pues...sí que eres hermosa, sí.
MONASTERIO DE SANTA MARIA DE IRATXE. EXTERIOR. AYEGI, NAVARRA.
MONASTERIO DE SANTA MARIA DE IRATXE. EXTERIOR. AYEGI, NAVARRA.
Accesible hasta la puerta en coche. Sin problemas importantes para personas con movilidad reducida.
Un monasterio que...se me complican los términos de descripción: románicogoticoide y más. Como corresponde a estos monasterios navarros acaparados por el Cister.
Para inspirarme en la historieta de hoy he elegido una musiqueta de Paul Simon inspirada en ritmos africanos porque, en definitiva, de Africa viene todo o ¿no?.
https://www.youtube.com/watch?v=l78j_NnB4FY
MARTINICO
Era pastor y se había incorporado recientemente a la cuadrilla de los doce de Cuellar. Últimamente bebía los vientos por Raquel, sirviente de confianza del obispo de Pamplona Pedro Jimenez de Gazólaz. Su ego desmesurado le hacía creer que algún día podría dirigir esa cuadrilla de pastores y ser él quien determinara la línea a seguir en la cría de reses bravas de la ganadería perteneciente al señorío de Berrioplano. Se le había metido entre ceja y ceja que se tenía que casar con la moza y, en cada encuentro intentaba buscar la cercanía que le permitiese cortejarla. En algunos encuentros que habían tenido ella le había dicho que se llamaba Ederne y que procedía de Roncesvalles.
-Oye, Ederne, un día hablamos de una unión ante dios y ante los hombres. Algo sobre formar una familia... igual ya no te acuerdas o ¿que?.
-También hablamos de liderar la cuadrilla pastores de la ganadería y ahí te veo limpiando mierda de vaca y con un pestazo a chotuno que para que te quiero contar. Cuando seas el que manda y huelas a lavanda me avisas. Pero, para entonces, igual me he buscado otro más apañadico que tú.
-Será difícil sustituir a Mateo al mando de la ganadería.
-Mira, vete a Iratxe y, durante una semana, a las doce te acercas a la urna de las reliquias de San Veremundo y rezas, pero con fervor no de mala manera, para que te conceda la luz. Después de cada rezo y en voz bien alta declamas: mientras el mundo sea mundo el ocho de marzo San Veremundo. Seguro que, por tus propios medios o inducida, encuentras la solución.
Con el debido permiso de Mateo, Martinico se desplazó a Ayegui y, siguiendo las instrucciones de Ederne (Raquel), todos los días a las doce se presentaba ante las reliquias del santo y tras varios rezos fervorosos gritaba su particular jaculatoria. El séptimo día se le acercó un fraile con el rostro completamente cubierto con la capucha de una cogulla.
-¿Eres Martinico? Te he visto en sueños. Tienes una misión pero, para conseguirla, deberás realizar algún que otro acto que choque con tu honestidad. Pero, no te preocupes, son los designios de Dios. El Creador tiene un plan para ti y, en ese plan veo una moza muy bella que será tu compañera de vida. Tienes que deshacerte de Mateo.
-Pero ¿como lo hago?
-Acúsalo ante las autoridades eclesiásticas de mantener su religión a pesar de proclamar a los cuatro vientos que es cristiano. Diles que le has visto rezar mirando para la Meca. Búscate un testigo que apoye tu denuncia.
Dicho y hecho. Martinico volvió al valle del Arakil, se desplazó a Pamplona y puso una denuncia contra Mateo apoyado por un amigo suyo que vendió su testimonio por cuatro monedas y un cerdo.
El tribunal, sin investigar gran cosa y a pesar de las protestas airadas del acusado, lo condenó al destierro asegurandole que sería ahorcado si entraba en el reino de Navarra.
Martinico buscó a Ederne y le reclamó el cumplimiento de su promesa.
-Aún no has conseguido tu objetivo, simplón. Cuando comandes la cuadrilla hablamos. Mientras tanto, vuelve a Iratxe y repite el rito a ver si tu guía te da alguna idea más.
Y...vuelta la burra al trigo. Martinico repetía la operación y, como era de esperar, el séptimo día apareció el guía.
-Mira, Martinico, si quieres ser el jefe de esa banda tienes que pegarle fuego a toda la finca, terminar con todo y empezar de cero. Elige un día de bochorno, empieza el fuego en el bosque que está al sur del valle y, cuando todo el mundo esté distraído intentando sofocar las llamas pégale fuego a los corrales y a los graneros.
-No puedo hacer eso, pobres animales. No podría verlos morir abrasados.
-Tú verás. Los animales se buscarán la vida y quedarán los más fuertes. Ese será el comienzo de una nueva ganadería dirigida por ti.
Martinico volvió al valle rumiando la proposición. Por un lado, su cabeza le decía que no podía tirar por tierra el trabajo de años y, por otro pensaba que la unión con Ederne bien merecía dejar a un lado, temporalmente, sus principios. Y, además, el razonamiento del guía con respecto a los animales parecía lógico. Parafraseando al guía pensó: -El Creador tiene un plan para mí.
Mientras tanto Raquel se había reunido con El Mierdulín y el Oso de Guesalaz en un tugurio de vinos agrios y braguetas sueltas.
-Vigilad los días de bochorno. Uno de esos, un tal Martinico, le va a pegar fuego a la finca del ganado bravo del valle del Araquil.
-Qué joputa. Entonces...la acusación contra Mateo ¿era falsa?
-Intenta ser el jefe de pastores y va a hacer lo que sea para alcanzar ese puesto. En vuestras manos estará pararle los pies.
-Pararselos no sé pero, como lo pillemos con las manos en la masa, los pies no los tendrá parados, los tendrá bailando colgando de un árbol. Para un hecho como ese no habrá juicio.
LA PURIFICACION. INDURAIN, VALLE DE IZAGAONDOA, NAVARRA.
LA PURIFICACION. INDURAIN, VALLE DE IZAGAONDOA, NAVARRA.
Accesible en coche. Con problemas, barreras arquitectónicas, para personas con movilidad reducida.
Interesante iglesia con detalles que no había visto en otras. Para mí muy interesante.
Buscando la inspiración para este episodio me he ido a uno de mis referentes Davy Graham.
https://www.youtube.com/watch?v=ZrfmFo9qMy0
EL FUEGO
En el palacio del señorío de Berrioplano se encontraban reunidos toda la banda del Tuerto con el Mierdulín y el Oso de Guesálaz.
-Y bien Mierdulín ¿qué tenemos?
-No os descubro nada si os digo que Pedro Jiménez de Gazólaz, con la colaboración de algunos abades, han puesto el ojo en el señorío de Berrioplano y tienen la intención de acabar con él. No ven con buenos ojos esta forma de sociedad que proponéis. El contacto que tenemos es Raquel, barragana del obispo. Le pasa información pero, si lo hacemos bien, podría trabajar para nosotros. Ha organizado dos sabotajes en el señorío y nos ha pasado la información para que decidamos si nos interesan sus servicios. El primero ya se ha producido y ha sido la acusación de herejía que ha conseguido el destierro de Mateo, mayoral de la ganadería. El segundo sabotaje será el incendio de la finca del valle del Araquil. Todo esto lo está moviendo Martinico, un pastor que tiene como objetivo ocupar el puesto de Mateo. El obispo y los abades le han prometido el señorío si sigue las instrucciones que le den.
-Mira que nos temíamos que la historia de Mateo era mentira. ¡Qué joputas! No pudimos estar a la altura y defenderlo. Hay que atajar esto. Hay que parar el incendio.
-Tranquilo Tuerto, déjanos a nosotros. No vamos a parar el incendio. Vamos a controlarlo y utilizarlo a nuestro servicio. Yo tomaré el mando para minimizar los daños y evitar que se propague del bosque a la finca y el Oso...hará lo que crea conveniente dentro de la finca. Y, mientras tanto, pensad si podemos utilizar a Raquel a nuestro servicio.
A finales de agosto el Mierdulín y el Oso se movían por el valle del Araquil buscando la forma de construir un cortafuegos cuando se iniciase el incendio en el bosque. Su intención era que el fuego muriera allí y no afectase a la finca. Sutilmente fueron tanteando la disponibilidad de la gente del valle para colaborar.
El lunes 22 de agosto de 1261 amaneció con un calor sofocante y un viento sur moderado pero achicharrante. Flotaba en el ambiente un amenazador color rojo. A medida que los habitantes del valle iban despertando comenzó un rosario de gritos:
-¡El bosqueeeeee! ¡el bosque está ardiendo! Todas las campanas del valle tocaban a la vez a rebato. Las gentes del valle, armados con lo primero que tenían a mano, se dirigieron hacia al bosque pidiendo al cielo que parase el incendio y dispuestos a dejar la piel en conseguirlo porque su casa, sus familias, sus animales, sus vidas dependían del control de la catástrofe. El Mierdulín tomó el mando y dirigió en la construcción de un cortafuegos a lo largo de la linde norte del bosque.
Mientras tanto Martinico se movía por la finca con una antorcha intentando dar fuego a los graneros. En uno de estos, cuando empezó a incendiar el forraje, se topó con el Oso.
-Hombre Martinico, ¿qué haces por aquí? Revisando la hierba o ¿qué?. No estarás pensando en darle fuego a todo el estopín ¿no?.
Las llamas habían empezado a volverse incontrolables y Martinico sonreía con una extraña expresión.
-El fuego todo lo cura, es el principio y el fin, todo renace después de él. El mundo se vuelve mejor cuando ha sentido su abrazo revitalizador.
-Mira "gurrión", toda esa historia me la vas a contar luego, cuando vuelvas de tu viaje de renacimiento mejorado por las caricias de las llamas.
Un sordabirón a puño cerrado acompañó a Martinico al mundo de los sueños. Las llamas eran incontrolables y el tejado del granero se derrumbó con explosiones de chispas. Una viga ardiendo aplastó a Martinico. Su renacimiento inició el camino.
Al final, con esfuerzos sobrehumanos, con la colaboración de gentes, bestias y todo lo disponible en el valle, se consiguió controlar el incendio en el que no hubo que lamentar más que una pérdida humana. No se perdió gran cosa.
El Mierdulín y el Oso charlaban con la gente del valle hablando de todo un poco: su vida, su trabajo, sus mujeres, sus hijos...
-Oye, no sabréis alguien por donde anda un tal Sarmientos.
-¿Sarmientos? ¿El que declaró contra Mateo? Mal rayo le parta. Aquí le llamamos Sarmientes porque pone la lengua al servicio del que le pague sin pararse a pensar si lo que dice es de ley. La última información que tengo yo es que se movía por el valle de Izagaondoa.
Un buhonero me informó a mí que anda mucho por la iglesia de Indurain. Será para redimirse de su pecados, que son muchos y grandes.
SANTO TOMÁS. OLLO, NAVARRA.
SANTO TOMÁS. OLLO, NAVARRA.
Se llega en coche hasta la puerta. Algún problemica, dos o tres escaleras de acceso a la portada, para personas con movilidad reducida.
Al buscar la información descubrí en las fotos que era una iglesia muy similar a las del valle de Goñi con una base románica de sillería y con un recrecimiento a modo de fortaleza de sillarejo y, por eso despertó mi atención. ¿Qué constructor se movió por esos valles vendiendo este producto?.
Yo incluiría esta iglesia en un pack "Valle de Ollo" junto con la ermita en ruinas de Donamaría (si tienes el valor de enfrentarte a la selva de maleza) y la iglesia de San Martín de Tours de Senosiain de la que os hablaré en otra publicación. Se pueden hacer las tres paseando. Las tres son del estilo que yo he dado en llamar románicogoticoide (XII-XIII).
Para inspirarme en esta historieta he elegido una música del que fue uno de mis guitarristas de referencia en los años setenta, Bert Jansch.
https://www.youtube.com/watch?v=-KPUUQj4KGs
SARMIENTOS
El Mierdulín y el Oso de Guesalaz se habían desplazado al valle de Izagaondoa en busca del que sus convecinos apodaban "Sarmientes" dada su ligereza de lengua y su puesta al servicio de cualquier difamador que le diese dos monedas. En Indurain les informaron de que se había desplazado al valle de Goñi o el de Ollo.
-Mira Mierdulín, a ese cerdo tenemos que encontrarlo sí o sí porque de que lo presentemos ante el obispo de Pamplona depende que podamos volver a traer a Mateo a comandar la cuadrilla de pastores del valle del Arakil y a encargarse de la selección de la ganadería brava.
Y sus pesquisas tuvieron éxito, lo encontraron en Ollo, un domingo de octubre en misa. Le esperaron a la salida. El Sarmientos era un individuo enjuto, demacrado, ceniciento, todo huesos y de ahí venía su apodo. Le seguía un cerdo que, al contrario que el, era rollizo y tenía pintas de estar al caer.
-Oñooo Sarmientos, vaya amigo te has echado. Los de la misma familia os juntáis o ¿que?. Buenos chorizos dará el animal.
-Pues sí, a mediados de noviembre le voy a rezar un dies irae y lo voy a transformar en reservas para el invierno. Pero...¿se pude saber quiénes sois y qué andáis buscando?.
-Te andamos buscando a ti. Será mejor que le encargues el cuidado y transformación de tu amigo a algún vecino porque te vas a venir a Pamplona con nosotros y creo que ummmm...vas a tardar un tiempo, por decir algo, en volver.
-De eso nada, a mi no se me ha perdido nada en Pamplona.
El oso le apoyó la zarpa en el hombro haciendo un poco de presión, la suficiente para que el dolor le hiciera reflexionar.
-Mira "Sarmientes", porque así te llaman los que te conocen bien, o vienes a Pamplona con nosotros de buen grado o te mando yo de un soplamocos y nosotros ya iremos llegando mientras vuelas. Es posible que el obispo tenga interés en la confesión de tus muchos pecados. No es que desconfiemos de ti pero te vamos a maniatar ¿vale?. Más que nada es para que no tengas malas tentaciones. No queremos verte en pecado. Bastante tendrás para declarar ante la autoridad.
-Pero ¿por qué me hacéis esto? Yo solo me pongo al servicio del que me paga para ayudarle a dirimir juicios. No recuerdo haber perjudicado a nadie. Quizás haya disfrazado un poco la verdad alguna vez pero sin mala intención.
- ¡Un poco dice el mamón! No recordarás el caso de Mateo ¿no?. A ver, que te refresque la memoria, en el juicio le llamasteis por su antiguo nombre Mohomat. Declaraste que lo habías visto rezar mirando a la Meca. Pero lo más interesante es que tú que no conocías a Mateo, tú que a duras penas sabías cómo rezan los cristianos, ¡qué vas a saber cómo rezan los mahometanos!. Alguien te dio unas monedas y un cerdo, y tú tan contento desatando la lengua. ¿Te suena Martinico? ¡Qué pena! Se ha asado a fuego lento en un granero. No querrás terminar igual ¿no?.
Avalados por el Tuerto, señor de Berrioplano, se presentaron los tres ante Pedro Jiménez de Gazólaz. Expusieron los auténticos hechos, dejaron bien claro el perjurio del Sarmientos, que reconoció lo que el llamaba su pequeña falta, y exigieron de la autoridad eclesiástica una debida compensación. No pidieron resarcimiento económico, solo querían una reparación moral.
-Ante los hechos presentados debería condenaros a la horca pero, para demostrar a estos caballeros que no tengo ninguna animadversión hacia el señorío de Berrioplano declaro y quedará por escrito que:
Revoco la orden de destierro de Mateo (antes llamado Mohomat) y lo declaro cristiano restituyendo todos sus derechos y deberes como navarro de hecho. Declaro culpable al apodado Sarmientos y decido que sea trasladado al señorío de Berrioplano para que, allí o en el valle del Araquil, se decida el castigo que habrá que aplicársele y que deberá ser, como mínimo, equiparable al perjuicio causado a Mateo.
-No pensaréis llevarme al valle del Arakil ¿no?.
-Bueno, tenemos órdenes del Tuerto de llevarte al señorío y allí se decidirá.
SAN MARTÍN DE TOURS. SENOSIAIN. VALLE DE OLLO, NAVARRA
SAN MARTÍN DE TOURS. SENOSIAIN, VALLE DE OLLO, NAVARRA.
Accesible en coche. Problemas para personas con movilidad reducida.
Romanicogoticoide ¿Merece la pena? Estamos en lo de siempre: por sí misma no merece la pena. Dentro de un contexto determinado es interesante. Forma parte de una circunferencia junto con Ollo enfrente y en el centro las ruinas de la ermita de Donamaría. ¿Por qué hay tres iglesias de la misma época en un radio de un kilómetro y con dos pueblos pequeños?...
Lo que sí merece la pena es una pila bautismal que contiene. Yo no pude verla para traeros una imagen gráfica pero, como la considero muy interesante, he tomado una foto de internet, creo que son de Románico en Navarra.
Para inspirarme en esta historieta me he puesto un concierto de The Dubliners. Ya sé que este tipo de música puede enervar a mucha gente pero a mí me aproxima a lo que pudieron ser fiestas y bailes en la edad media.
https://www.youtube.com/watch?v=enE5stM-bg8
PELLERIQUE
Llevaban al Sarmientos ensogado hacia Senosiain. Pensaban tenerlo un par de días de exposición para someterlo a escarnio y tormento.
Lo colocaron en un cepo que, colgando del pellerique de la picota, cazaba su cuello y sus dos muñecas. Los habitantes del valle de Ollo se divertían lanzándole todo tipo de desperdicios, fruta y verduras podridas, cagajones de caballerías, boñigas de vacas... Los "muetes" del valle se ponían tras él y le azotaban el culo y los muslos con varas de mimbre. Seis caballeros del señorío de Berrioplano se turnaban para cubrir las 24 horas del día y controlar que los daños infringidos al reo no fueran demasiado graves.
-Joputas, cuando me necesitabais bien que veníais a mi y ahora que estoy afligido me humilláis todavía más. Así os coja PedroBotero con el "alviendo" y os ase a todos en el infierno.
Una cuadrilla se acercó a la picota con unas gavillas de sarmientos atadas con líos.
-¡Parad, parad! ¿Qué vais a hacer cabritos?. Que lo de asar era broma eh.
-Tranquilo "Sarmientes" solo vamos a hacer una costillada, que te vemos famélico.
Habían hecho la hoguera bastante cerca del reo y de tal forma que el viento llevase el aroma de las costillas de cordero hacia él. En las parrillas, además de la carne, habían puesto unas verduras de todo tipo. De vez en cuando jugaban a hacer puntería con un tomate o un pimiento asados. El Sarmientos recibía los desperdicios con resignación. Algún mozo se acercaba y le daba a chupar un hueso en el que ya no quedaba más que el aroma del asado.
Transcurridos dos días los caballeros que lo custodiaban, para disgusto de los lugareños, decidieron trasladarlo al señorío de Berrioplano y someterlo a juicio.
Algunos señoríos tenían concedidas potestades judiciales pero no podían condenar a muerte. Por eso el Sarmientos estaba relativamente tranquilo. Sabía que se iba a librar con un castigo serio pero que no lo iban a colgar.
Llegado el juicio se le adjudicó un defensor, el Licencias. Basó todos sus alegatos en la necesidad, la miseria, las pocas luces del juzgado y la mala fe y el engaño del difunto Martinico.
-Este tribunal te condena a sufrir el mismo destierro al que condenaste a Mateo acusándolo falsamente. No podrás volver a Navarra bajo ningún concepto y, si lo haces, cualquier habitante del reino podrá darte muerte sin explicaciones.
La cuadrilla de los doce de Cuellar se habían repartido en grupos para buscar por Castilla a Mateo. Las pesquisas tuvieron éxito, lo encontraron trabajando de porquero en un remoto poblado. Le contaron los recientes acontecimientos y lo convencieron para que volviese al reino y a su puesto como mayoral.
El Tuerto, que ejercía de juez, se dirigió a él.
-Mateo, ¿estás de acuerdo con la sentencia?
-En parte sí, sufrirá las mismas desventuras que me hizo pasar a mí pero...¿y si en Castilla vuelve a hacer lo mismo? ¿y si se tira al camino fácil de la difamación y el perjurio para buscarse una vida relativamente cómoda? Yo propongo que, además del destierro, se ampute la lengua para que no pueda perjudicar a más personas.
-Noooo por favor no. Juro que no volveré a las andadas. No podéis darme ese tormento. Moriré de hambre, me condenáis a la mendicidad.
El Tuerto se dirigió al reo:
-Mira Sarmientos, veo razonable lo que propone Mateo. Pero nosotros no somos unos desalmados. Mandaremos al Mierdulín a Gollano para que traiga a Jurdana y para que, con sus pócimas de hierbas, te mitigue el dolor y te atienda hasta que cicatrice la lengua mutilada. No queremos que mueras. Y, cuando te recuperes, saldrás del reino de Navarra para no volver jamás.
Licencias pon la sentencia por escrito y mándale una copia al rey Teobaldo II y al obispo de Pamplona Pedro Jiménez de Gazólaz.
-Tuertoooo- era el Bidáctilo quien se dirigía al jefe de la banda -ha llegado un emisario del abad del Monasterio de Irantzu. Trae un mensaje para ti.
SAN ANDRES Y RUINAS DEL ANTIGUO MONASTERIO DE IRANTZU. ABARZUZA, NAVARRA.
SAN ANDRES Y RUINAS DEL ANTIGUO MONASTERIO DE IRANTZU. ABARZUZA, NAVARRA.
Una coqueta iglesia que dio cobertura a los ritos de los primeros monjes de Irantzu. Rodeada de ruinas del antiguo monasterio. Un enclave que invita a pensar.
Accesible en coche. Los últimos kilómetros, a partir de Abárzuza, por una carretera bien asfaltada pero muy estrecha. Si vas en coche ten cuidado desde la villa. Alguna limitación para personas con movilidad reducida.
Chapa: cuando era joven era muy disperso y le pegaba a todo, música, lecturas de todo tipo, deporte, teatro y...hablando de teatro, durante un tiempo, además de actuar, me ocupé de la música que acompañaba a las obras que representábamos y en una, que se desarrollaba en el Camino de Santiago, descubrí el Códice de las Huelgas. Hoy he decidido utilizarlo para inspirarme en esta historieta. Fin de la chapa del abuelo Cebolleta.
https://www.youtube.com/watch?v=wFRX_dde5DA...
MUJERES
El abad de Irantzu era un visionario que intentaba separarse del pensamiento de la época y miraba al futuro consciente de que la sociedad no solo no evolucionaba si no que cada día iba peor. Estaba dispuesto a revolucionar su monasterio y todas sus posesiones, alejarse del pensamiento del resto de los abades del reino y, sobre todo arrimarse más a Teobaldo II que al obispo de Pamplona Pedro Ximénez de Gazolaz (utilizo una grafía un pelín diferente a otras veces porque en los documentos que lo citan lo hacen con varias referidas al primer apellido).
Teobaldo y el obispo estaban en un "tu no me molestes a mi y yo te dejo en paz a ti". Pero el rey era muy amigo del Tuerto, que fue su maestro de armas, y le hacía mucho tilín el rollo social que se llevaban en el señorío de Berrioplano. El obispo, a pesar de ser un visionario, no podía estomagar al Tuerto y a su banda. Y el abad de Irantzu, a su vez, no estomagaba al obispo. Y, sobre este triángulo, pensaba construir un entramado social que agradase a Teobaldo, molestase al mitrado y diese una vida diferente, más rica, a sus pecheros.
El abad mandó un emisario al señorío invitando a unas jornadas en el monasterio para celebrar el comienzo del otoño con algunas festividades y, de paso, hablar de desarrollos sociales y del sistema que habían implantado en Berrioplano.
Toda la banda del Tuerto, hombres, mujeres y niños, se pusieron en marcha. Dos carros con ocho bueyes, cuatro de tiro y cuatro de refresco. Un carro estaba destinado a que montasen las mujeres y los niños que tuviesen problemas en el camino. Los hombres iban a ratos andando, a ratos a caballo. El otro carro iba cargado hasta las cartolas de productos del señorío como obsequio a su anfitrión. Enlazado a la trasera del primer carro iba un precioso caballo ruano azulado con los cabos y cola negros por el que les habían hecho varias ofertas de compra. Era un regalo personal del Tuerto para el abad y no estaba en venta.
Diez leguas separaban al monasterio del caserío. Habían planteado dos jornadas: una hasta Puente la Reina y la otra hasta el final.
Llegados a su destino salió a recibirlos el abad torciendo el morro desde el principio.
-¡Empezamos bien! No esperábamos a vuestras mujeres. No podrán alojarse en el monasterio.
-No hay problema, nos alojaremos todos en Abárzuza.
-Es que yo pensaba informarme con vosotros del movimiento social que estáis desarrollando y necesitaremos varias reuniones y banquetes para hacerlo. Las mujeres no pueden estar en ellos porque podían distraer y excitar a nuestros monjes.
-Pues tendréis que buscar la solución porque en nuestro señorío no hay diferencias entre hombres y mujeres. Todos somos iguales. Y si aquí vuestros monjes se distraen y excitan será porque no saben o no pueden controlar el hecho de ir contra la naturaleza. Si no se pueden controlar que se queden en sus celdas.
-Veré lo que puedo hacer, pero los monjes tienen que asistir a las reuniones y banquetes.
-Mira reverendo, está al caer San Martín y estamos disfrutando de un tiempo excelente. Todo lo que queréis hacer podéis hacerlo en el exterior del monasterio. Sitio no os falta. Así no tendréis que meter mujeres que perturben la paz que rezuman sus sillares. Pero...si no lo veis claro no importa, nos volvemos para casa y aquí paz y después gloria.
-No, no, no. Lo arreglaremos. Banquetes y reuniones se pueden hacer fuera e incluso alguna fiesta para celebrar el éxito de la vendimia de este año.
Quedó claro que, desde un principio, la gente del señorío, dictó las normas a seguir en las conversaciones. A fin de cuentas era a lo que habían venido, a exponer su sentido social del gobierno.
-Yo había pensado algo pero...no sé si me atrevo a solicitarlo- el abad hablaba en un aparte con el Tuerto.
-Solicitad Reverendo, si se puede se concederá.
-Quería que me prestaseis durante un año al Centollo. Lo trataríamos a cuerpo de rey. Queremos que instale un sistema económico aquí. Algo no funciona y yo no sé resolverlo.
-El problema es que es el Centollo quien tiene que decidir... Hay un segundo problema, si decide aceptar y no ve las cuentas y todo clarito las blasfemias van a hacer temblar las paredes del monasterio.
-Bueno, trataremos de corregirlo y, si no se puede, lo escucharemos en confesión y le perdonaremos sus imprecaciones.
-Pero es que hay un tercer problema, no va a estar dispuesto a quedarse sin su mujer. Alojarse en Abárzuza y subir todos los días desde allí, aunque sea a lomos de su caballo...ummm no va a querer.
-Tranquilo, les buscaré un cómodo alojamiento para él y su mujer en los anexos del monasterio.
-Vale, dejo la negociación en vuestras manos.
En el banquete de despedida, cuando el vino hacía chispear muchos ojos, cuando algunos castos ojos se centraban en escotes no demasiado recatados y cuando más de una mano se iba a un muslo durante un aserto, el abad se dirigió al centollo.
-Oye Centollo, me gustaría hablar contigo un rato.
-Casoenlaba, casoentolmonario, me lo veo venir. Esperad, no me contéis nada. Ya he visto cosas por mi cuenta y queréis que yo os arregle este desastre económico que tenéis. ¡Quién pichorris me habrá mandado venir!. Eso va a costar mucho tiempo. Si acepto, será bajo mis condiciones y serán mucho más duras de lo que pensáis, ya hablaremos.
SANTA MARIA LA REAL. MONASTERIO DE IRANTZU. ABARZUZA, NAVARRA.
SANTA MARIA LA REAL. MONASTERIO DE IRANTZU. ABARZUZA, NAVARRA.
Accesible en coche. Pocos problemas para personas con movilidad reducida.
¿Qué te voy a contar? Construcciones cistercienses, románicogoticoides, pero dignas de admiración. Es lo que tienen los grandes monasterios navarros.
Hoy me he puesto para inspirarme música clásica interpretada, en parte, con sintetizador Moog por Walter Carlos (Wendy Carlos más adelante) para la Naranja Mecánica.
https://www.youtube.com/watch?v=x1bWojIwR8s
EL ABAD Y EL CENTOLLO
Quince días llevaba el Centollo moviendo el culo por todas las propiedades del monasterio. Quince largos días recabando información. Quince tristes días llorando con las cuitas de los pecheros. Quince eternos días intentando sembrar esperanza. Quince demoledores días observando la respuesta humilde y sumisa a los desmanes de los que, por lo visto, pensaban que los pecheros y las bestias de carga pertenecían a la misma familia. A la vuelta se cruzó con el abad en el claustro del monasterio.
-¿Cómo lo llevas Centollo? ¿Todo bien? ¿Tenemos apaño?
-Necesito unos días para pensar qué hago pero, si me quedo, no os va a gustar lo que os voy a proponer. La situación es horrenda y lo malo es que ni tan siquiera sabéis lo que pasa aquí. Habéis dejado la administración del monasterio en manos de un auténtico desalmado con un ayudante que no le va a la zaga.
-¿Tan mal está todo?
-Mire reverencia, yo puedo vender unas reliquias falsas y no me enorgullezco de ello. Pero el que las compra y yo sabemos a qué estamos jugando. ¿Es un delito? Sí. Pero...no hacemos daño a nadie. Seguramente el receptor sabe que son falsas pero también sabe que la credulidad de la gente le reportará buenos beneficios. Pero aquí estamos hablando de otra cosa. Hablamos de quitar el pan de la boca a la gente con el único fin de enriquecerse. Tengo la información de lo que pasa pero no tengo claro el entramado que tienen montado para esconder el latrocinio. Por eso os voy a pedir que metáis al monje cillerero y su ayudante en las celdas de castigo que tenéis y los mantengáis a poco pan y agua justa. A mí me pondréis una silla, una mesa pequeña con utensilios de escritura a la puerta de las dos celdas y, más adelante, ya os iré solicitando más cosas.
-Se hará como digas pero necesito razones para condenar a las celdas a los dos monjes.
-Es vuestro problema. Disfrazadlo de penitencia, de mortificación, de ofrecimiento de sus desdichas a los cielos...me da igual pero los quiero en las celdas y, si no me equivoco, antes de un mes tendremos al descubierto todo el entramado que manejan para matar de hambre a la gente y tenerlos subyugados con extorsiones de todo tipo.
-Y una curiosidad ¿por qué os han contado todo eso los plebeyos y a mí jamás se han dirigido con una queja?
-Cuando termine con la primera parte os llevaré a una posesión del monasterio para que habléis con la gente. Sencillamente no se fían de los monjes. A mí me ha costado unos días ganarme su confianza para que me cuenten sus cuitas.
Dos días tardó el abad en tomar la decisión, sin explicaciones. Aunque los interfectos ya se olían por dónde iban los tiros. Los dos observaban al Centollo. A los tres días, cuando ya no aguantaban el hambre se dirigieron a él:
-¿Te dignarás algún día a explicarnos por qué nos mantienes aquí encerrados a pan y agua? Porque no nos negarás que eres tú el responsable de esta injusticia ¿no?.
-Hay una pequeña torre en Abárzuza. Me han hablado de ella. ¿Quién tiene las llaves? ¿Para qué la utilizáis?.
-No sabemos de qué hablas. Es una torre abandonada. Pertenece al monasterio pero no se usa.
-Y...unos rumores que me han llegado a mí de torturas y ejecuciones son falsos ¿no?.
-Absolutamente y, en caso de que se produjesen no tendríamos nada que ver.
El Centollo decidió dejar ese tema en suspenso, ya habría tiempo de retomarlo.
-¿Quién establece las pechas y en base a qué se calculan?
-Lo hago yo y se calculan con un porcentaje de las cosechas.
-Y ¿consideráis que todos los años las cosechas son iguales?
-Por supuesto que no.
-Entonces ¿por qué el montante a pagar es el mismo todos los años y aumenta cuando las cosechas son excelentes dejándolo fijo para sucesivos años?.
-Siempre se ha hecho así, no conocemos otro método.
-Y ¿qué pasa cuando una cosecha es mala? ¿como sobreviven los plebeyos?.
-Supongo que tienen que pedir préstamos.
-Yo creo que no supones, yo creo que sabes a quién piden los créditos y de dónde saca el dinero esa persona para prestarlo. Como verás tengo una ligera idea de tus tejemanejes. Por cierto: ¿por qué las pechas anotadas en tus libros son bastante más bajas que las recaudadas?.
-Todo tiene su explicación, hay que mantener un dinero en efectivo para mantenimiento del monasterio y gastos diarios. Yo solo anoto el sobrante.
-Ya...para el mantenimiento...
-De Arteta no sabéis nada ¿no?
-¿Qué tendríamos que saber?
-Nada, cosas mías.
Los encuentros con el abad eran habituales pero el Centollo no soltaba prenda. Quería entregar toda la información y proponer las medidas correctoras a la vez.
-Reverendo, ordenad que me lleven todos los días a la puerta de las celdas un brasero con brasas de carbón de leña y, distintas carnes de cerdo para asar y una parrilla, mañana no me vendría mal un cuarto de costillar y una jarra de ese vino que tenéis en el monasterio pero no del que le dais a los monjes, una jarra de la que os llevan a vos.
SAN SALVADOR. VALLE DE OLLO. ARTETA, NAVARRA.
SAN SALVADOR. VALLE DE OLLO. ARTETA, NAVARRA.
Es una iglesia entre pegotes añadidos. Románicogoticoide. ¿Merece la pena? Pues...para mí sí, solo por tener una foto del peculiar crismón que hay en su portada merece la pena. La P a derecha e izquierda, ¿dos alfas? en lugar de alfa y omega, una S muy grande y al revés. Todo eso debe de tener un sentido pero...a mí, que soy un cenutrio, se me escapa. Fui por el crismón y me lleve de paso una cara muy graciosa en un capitel. Para tí...si te alojas un finde en una casa rural (Ollo, Donamaría, Senosiain, Arteta, Manantial de Arteta)... no te arrepentirás.
Me pedía el cuerpo para inspirarme la sinfonía 9ª del Nuevo Mundo de Dvorak.
https://www.youtube.com/watch?v=CDv_T1gGeNw
ALNEL
El Centollo degustaba unos deliciosos untamorros recién asados y en su punto. Limpiaba los huesos con fruición dejándolos sin brizna de carne. Los iba depositando distraídamente en el alfeizar de un ventanuco que tenía la celda del cillerero. El monje, al menor descuido, despistaba uno y lo "chupurruteaba" como si no hubiese un mañana. Incluso lo mordisqueaba por ver si podía pillar algo de alimento de semejante vianda.
-¿Está bueno cillerero?- dijo el Centollo dejando distraídamente en la ventana un trozo como de medio meñique con toda su carne.
El monje se tiró como un loco a por él pero el Centollo lo retiró justo en el momento en el que los dedos del monje rozaban el manjar.
-No tienes perdón de dios Centollo, no puedes producirme este tormento impunemente.
-Un nombre, un lugar. Lo demás, lo de los préstamos, las amputaciones varias a hijos de pecheros en la torre incluso alguna muerte porque la extorsión se les ha ido de las manos lo sé de sobra. Solo te pido el nombre del hijo de perra y su escondrijo. Dos palabras y el costillar entero del cerdo será vuestro.
El monje, convencido de que la persistencia del Centollo, con su ayuda o sin ella, iba a obtener los datos que necesitaba se inclinó por la opción de conseguir el costillar.
-Alnel. En las estribaciones de la sierra de Andía, desconozco el sitio exacto pero sé que es prácticamente inaccesible. Se encuentra entre Arteta, Ulzurrun y el manantial.
-Bien, bien, bien... os dejo el costillar para los dos pero, como tenga la mínima sospecha de que me estás engañando date por muerto. Nadie te va a echar en falta. Bueno sí, esos familiares tuyos que recogen regularmente unos beneficios que les paga el elemento este que acabas de nombrarme. ¿Cuantos están con él?
-Tres.
El Centollo mandó un mensajero a Berrioplano solicitando la presencia de todos los componentes de la banda e insistiendo, sobre todo, en la presencia de Ekaitza. Nadie mejor que ella para buscar y seguir un rastro en los bosques. Ferox la había criado, desde su adolescencia, en el bosque enseñándole todos los medios de supervivencia. Ella encontraría al malnacido que prestaba, a intereses inalcanzables, extorsionaba y arruinaba a los pecheros.
Una semana después toda la banda del Tuerto y el abad de Irantzu se dirigieron a Arteta.
Los lugareños, al ver el despliegue, cerraban puertas y ventanas y miraban entre rendijas el desarrollo de los acontecimientos.
Algunos niños que jugaban el la plaza huyeron despavoridos.
-¿Qué habéis apreciado en vuestros pecheros Reverendo?
-Tristeza.
-No es tristeza, es miedo, pánico. El cillerero les ha hecho creer que vos sois el culpable de las extorsiones y de ciertas mutilaciones que habéis visto en los niños. Por eso huyen. Temen que hayáis venido para llevar a algunos a la torre.
-La madre que lo parió, perdón por la expresión, no puedo hacerlo porque no tengo autoridad suficiente pero me pide el cuerpo colgarlo de los muros del monasterio y dejarlo ahí para que sea pasto de carroñeros.
-Más tarde os encargaréis de eso. Ahora nos toca dar con Alnel y apresarlo.
La habilidad de Ekaitza dio sus frutos en dos días. La banda cercó el refugio y prendió a Alnel y sus tres esbirros. Los condujeron al monasterio pero, debido a que un tribunal monacal no podría condenar a muerte, decidieron que todos ellos más el cillerero y su ayudante deberían ser conducidos a Pamplona para ser juzgados. Los monjes por un tribunal eclesiástico y los demás por un tribunal civil.
SANTA MARIA JUS DEL CASTILLO. ESTELLA, NAVARRA.
SANTA MARIA JUS DEL CASTILLO. ESTELLA, NAVARRA.
Accesible en coche. Sin problemas para personas con movilidad reducida. Siglo XII, aunque la fachada oeste y la torre son barrocas. Construida sobre una anterior sinagoga. Se encuentra en lo que fue el barrio judío en la edad media.
Profusión de canecillos que he visto aislados en otras iglesias y aquí se encuentran todos juntos alrededor del ábside. La fachada oeste y la torre son barrocas. La portada tiene un crismón que no consigo saber si es trasplantado y de qué época es. Lo pongo y cada cual que decida.
El interior de la iglesia aloja un interesante centro de interpretación del románico pero...solo debe de estar abierto los fines de semana. Yo lo encontré cerrado. Eso me pasa por jubilado que busca los momentos en los que es improbable encontrar gente visitando lo mismo que tú.
El enclave donde se encuentra conserva vestigios del románico en otras iglesias y conventos. Un lugar imprescindible, paso de peregrinos, si visitas Estella.
Me he puesto para inspirarme en esta ocasión a Tim Hart y Maddy Prior, antes de que formasen Steeley Span, una vez más.
https://www.youtube.com/watch?v=TpOPNggc5rM
EL JUICIO.
Las autoridades, eclesiásticas y civiles, habían aceptado que los juicios de los dos monjes, Alnel y sus tres secuaces se celebrasen en Estella.
El obispo de Pamplona había delegado la presidencia del tribunal eclesiástico en el abad de Irantzu y le había otorgado todos los poderes para decidir la condena que se aplicase en caso de ser declarados culpables.
El tribunal civil se constituyó presidido por el senescal que gobernaba, en ausencia del rey, y doce nobles de reconocido prestigio entre los que se encontraba el Tuerto. El juicio se celebró en las dependencias de la iglesia de San Miguel y, ante la abrumante cantidad de pruebas y testigos, Alnel y sus tres esbirros fueron declarados culpables y condenados a morir ahorcados y sus cadáveres metidos en barriles y lanzados al río.
El tribunal eclesiástico se reunió en la iglesia de Santa María Jus del Castillo. El cillerero de Irantzu y su ayudante, que ya conocían el triste sino de Alnel, intentaron por todos los medios hacer creer al jurado que habían actuado de buena fe para enriquecer al monasterio. Aportaron información sobre reformas y actuaciones varias que lo enriquecieron. Aparentando humildad intentaban quitarse toda la responsabilidad de encima y encajársela al prestamista desligándose de él e insistiendo en que desconocían sus atropellos.
Desgraciadamente para ellos hubo muchos testigos que dieron fe de la dificultad para pagar las pechas cuando las cosechas eran buenas o normales y la práctica imposibilidad de hacerlo cuando eran regulares o malas. Explicaron que tenían que recurrir a Alnel para conseguir préstamos para vivir pero, si no devolvían estos préstamos a su tiempo, los esbirros de este torturaban a los niños en la torre de Abárzuza para extorsionar a los padres.
-¿Tenéis algo que alegar en vuestra defensa?- Preguntó el abad.
-Reverencia, hemos aplicado las pechas según los baremos que siempre se han utilizado. Cobramos un diez por ciento de las cosechas.
-Pero mi amigo el Centollo asegura que esos cobros son injustos porque aplicáis, para todos los años, el diez por ciento de una cosecha excelente y, si un año la supera, se corrige la pecha al alza y se deja fija para años sucesivos hasta que otra mejor marque la pauta.
-Siempre se ha hecho así.
-Supongo que os referís a que se ha hecho así mientras vos habéis sido el cillerero. Y...¿podéis explicarme dónde está el dinero sobrante? Porque..."a mi no me cuecen las berzas", aquí falta dinero por todas las esquinas.
-Se han hecho cosas en el monasterio.
-Fruslerías, se han echo cuatro cosicas. El Centollo ha demostrado vuestra relación con Alnel, que empleaba lo que vos le dejabais para prestar a los pecheros, os cobraba una comisión y los beneficios los entregaba a unos familiares vuestros que los invertían en tierras.
-Esa es una acusación que no se ha podido probar.
El abad, consultó con el tribunal y todos, por unanimidad, decidieron que los monjes eran culpables de malversación de fondos pero no pudieron, o no quisieron, acusarlos de las amputaciones a los niños y de las muertes en la torre de Abárzuza.
-Ante Dios y la Santísima Virgen os declaro culpable de malversación de los bienes del monasterio y utilización para el enriquecimiento de vuestras familias y por tanto os condeno al destierro, pero no un destierro normal. El rey Alfonso X nos ha donado unos olivares y unas viñas en Alocaz, a unas diez leguas de Sevilla. Vais a marchar allí como humildes representantes del monasterio y, además de trabajar en el campo a las órdenes del capataz, trabajaréis en la construcción de una torre defensiva para detener los ataques de los moros. El tiempo que os sobre lo dedicaréis a difundir la palabra del dios verdadero entre los musulmanes.
-Pero... predicar en tierras musulmanas supone la condena a muerte.
-Estáis como para exigencias. Ya me lo contaréis si volvemos a vernos.
Los monjes recalaron en Alocaz. Edificaron una capilla dedicada a San Bernardo y entretenían sus horas entre el trabajo en el campo, la construcción de una torre defensiva y unos tímidos intentos de ganar adeptos para su religión.
Un día sí y otro también el musulmán los freía a collejas, en época de recolección les robaban las olivas y la uva y, hartos de la situación decidieron seguir el consejo de que si no puedes con el enemigo únete a él y se convirtieron al Islam ( “por tanto, non podiendo labrar en Aloquaz, uiniéronse”).
NOTA: Sé de sobra que alguna persona de este grupo buscará algo relacionado con esta anécdota. Antes de que me tiréis piedras os diré que ya sé que los hechos acaecidos en Alocaz, aunque reales, se produjeron unos quince o veinte años antes de la historia de nuestros frailongos, pero me he permitido bailotear un poco las fechas para hacerlas coincidir con nuestros dos elementos. Como solo soy un aficionado a zascandilear por las redes y no tengo nada que ver con la historia, me puedo permitir el lujo de menearla a mi gusto para arrimar el ascua a mis sardinas.
SAN ROMAN. IRUJO.VALLE DE GUESALAZ, NAVARRA.
SAN ROMAN. IRUJO.VALLE DE GUESALAZ, NAVARRA.
Accesible en coche. Algún problema para personas con movilidad reducida.
Románicogoticoide. Finales del XII con apaños en el XVI y XVII.
En su día la localidad perteneció al monasterio de Iranzu cedida por Sancho Garcés IV. Desde 1250 al 1315 Irujo soportó unas pechas impagables. ¿Quién andaría detrás?.
Revisalseando en busca de cositas me encontré con que la portada de esta iglesia tenía unos herrajes medievales y me dije: Al lío Javiero.
In illo tempore estuve enredando en la filosofía hippie y de esos días me queda, entre otras cosas, mi admiración hacia Fleetwood Mac y eso es lo que estoy escuchando para enfrentarme a esta historieta.
https://www.youtube.com/watch?v=lrltGatijXc
VACADA
En el incendio intencionado de la finca del valle del Arakil parte de la vacada, incluidos varios sementales, habían huido despavoridos. Recientemente llegaban noticias de que unas vacas y toros bravos la estaban liando parda en el valle de Guesálaz, cerca de Irujo. El abad de Iratxe se desplazó a dicha población con la intención de buscar una solución al problema. Los aparceros, sobre todo los que andaban al ganado, no se atrevían a salir. Al conocer que la finca pertenecía al señorío de Berrioplano, el monje envió un emisario para que trasladara un mensaje personal para el Tuerto solicitando su ayuda.
-¿Qué pensáis de esto, Centollo?- Inquirió el jefe de la banda.
- A ver, tenemos responsabilidad sobre esos animales. Pero, sobre todo, son piezas valiosas. Yo te propongo que mandemos a la gente de Cuellar a que reúnan ese ganado y hagan una selección. Los bravos y sanos "pa" casa, los que no sean claros...que los sacrifiquen allá mismo y repartan la carne entre los habitantes del valle en compensación con los perjuicios ocasionados. Si no te importa iré yo también porque tengo cosas que hablar con el abad.
-Vale, tenme informado de todo lo que veas.
El Centollo reunió a los doce de Cuellar. El mayoral a su vez mandó a buscar al Mierdulín y el Oso de Guesalaz y, cuando todos estuvieron reunidos partieron, todos a caballo, hacia Irujo arreando una reata de doce bueyes. Tenían unas semanas por delante para llegar, construir un cercado con pasillos de apartado y una especie de plaza para reunir al ganado y realizar la selección.
Una semana costó construir el cerco en una era y otra buscar, pastorear y cercar a la vacada fugada. A partir de ahí el abad decretó en el valle una semana de fiestas en la que se seleccionaría el ganado y se repartiría la carne, en grandes cantidades, entre los habitantes de los diferentes municipios.
El Mierdulín, con sus quiebros y acrobacias, se encargaría de probar la bravura de las reses. El Oso se encargaría de apiolar a mazazos, para entretenimiento de las gentes del valle, a las reses desechadas. El Centollo se dirigió al capataz, Mateo (Mohamat cuando era moro):
-Mira Mateo, selecciona solo reses de una bravura y clase excepcional. No te obsesiones con la cantidad, en la finca hay animales de sobra. Desecha todas las que veas con el más mínimo indicio de no servir. Que no falte carne en el valle durante todo el invierno. Total, ya las habíamos dado por perdidas...
-Pero el Tuerto igual quería vender la carne...
-Del Tuerto ya me encargo yo. Esto que vamos a hacer es una lección para el abad. Si es espabilado, cosa que no dudo, entenderá que la base de un buen negocio es la generosidad cuando se puede.
El abad y el Centollo departían sobre los temas que preocupaban a los aparceros, sentados en el poyo de la portada de San Román.
-Veréis reverencia, ya os habéis deshecho del cillerero y su ayudante. Ahora deberíais empezar a reparar los daños causados. Yo empezaría por modificar las pechas en este valle. Lo reduciría a 2 sueldos y 28 cahíces de trigo y 4 robos más para el merino (esta vez me he adelantado casi ciencuenta años a las modificaciones que se produjeron en 1315. Ya conocéis mi manía de aprovechar los hechos ¿qué le vamos a hacer?, la historia tiene la puñetera manía de no querer coincidir con mis historietas).
-Bueno, lo estudiaré y veré qué puedo hacer al respecto.
-A ver...si vamos a empezar así me largo para Berrioplano y os las apañáis como buenamente podáis. Si estáis dispuesto a poner en práctica las medidas que os diga me tendréis a vuestra disposición y en unos cinco años daréis gracias a Dios por haberme puesto en vuestro camino.
-Vale, aceptaré todo lo que me digáis.
-Tomad nota: 10 ó 12 gallinas ponedoras y una vaca por familia de pecheros, una yunta de bueyes para usos agrícolas, para cada dos familias colindantes; pertenecerán al monasterio pero serán usufructuarios vuestros aparceros. Cuatro parejas de monjes que visiten regularmente las fincas y valoren el cuidado de los animales. Reducción consensuada de las pechas a un 10% de una cosecha media. Si aceptáis esto podremos seguir hablando si no...aquí paz y después gloria.
-Vale, en cuanto vuelva al monasterio daré las órdenes precisas para que se cumpla lo que me decís. ¿Estáis seguro de que esto producirá beneficios?
-Dadme cinco años de margen y, si salís perdiendo, os autorizo a que me juzguéis por farsante. Podría pediros en esas fechas un porcentaje de ganancias pero me conformaré con unas cuantas indulgencias o...con una plenaria me vale.
-Un respeto Centollo, hay cosas con las que no se juega. ¿Podré contar con tu revisión trimestral de cuentas? Por supuesto con un salario adecuado.
-Primero lo primero y luego...lo demás... ya hablaremos.
***
Mateo, el Mierdulín y el Oso charlaban alrededor de tres jarras de vino.
-Oye Mierdulín ¿estás bien?- dijo Mateo
-Sí, ¿por qué?
-No sé te veo...¿como explicarlo?...lento. ¿Estarás bien con las reses? No te veo en tu mejor momento.
-A lo mejor tiene algo que ver esa tal Raquel que le acompaña. ¿No te estrujará demasiado por las noches?- el Oso reía a carcajadas.
SAN PEDRO. VALLE DE GUESÁLAZ. GUIRGUILLANO, NAVARRA.
SAN PEDRO. VALLE DE GUESÁLAZ. GUIRGUILLANO, NAVARRA.
Accesible en coche. Algunos problemas para personas con movilidad reducida sin suponer que no puedan ver perfectamente todos los exteriores.
Seguimos con el románicogoticoide con influencias del cister. En este caso es la que tiene, de todas las del valle, un mayor aspecto de fortaleza .
Ya sabéis que me suelo poner música para inspirarme y que os pongo aquí un link por si os apetece escuchar la música que ha acompañado a estos renglones. En este caso se trata de Sandy Denny uno de los iconos de mis años setenta.
https://www.youtube.com/watch?v=hM-3h_-gM4E
UN TORO CONTRARIO.
Las autoridades de Guirguillano habían solicitado que parte de la selección de la manada se hiciese en su pueblo dado que la población había envejecido mucho en los últimos años y no estaban como para desplazarse hasta Irujo para recrearse en las acciones de tienta. Mateo, el mayoral, y el abad de Irantzu habían sopesado la posibilidad de hacerlo y, dado que en el pueblo les aseguraban unos corrales adaptados y una plaza perfectamente cerrada con carros, decidieron aceptar y pensaron llevar cinco toros para estudiar sus reacciones.
La idea era que el Mierdulín los tentase valorando las cualidades de las reses entre todos. El objetivo no era dedicarlos para carne, era evaluar si servirían para sementales o para diversión en fiestas de los pueblos del reino. Habían llevado también al Oso de Guesálaz por si, por desgracia, había que desechar alguno por su dudoso comportamiento.
En el pueblo todavía quedaba algún mozo y, con mejor o peor estilo, saltaron para realizar diversos recortes en los que tomaban todas las ventajas para no ser heridos por las reses. De vez en cuando, el Mierdulín, realizaba alguno de sus asombrosos lances para regocijo y admiración de todos los espectadores. Habían pasado cuatro toros superando el examen con mejor o peor nota pero siendo tres declarados aptos para dar empaque a las fiestas de los pueblos que pudieran pagar su presencia y uno para semental. Cuando iba a salir el quinto el mayoral se dirigió al muchacho.
-Oye Mierdulín ten mucho cuidado. Este toro es un peligro público. Es contrario, por el pitón izquierdo te va a apretar mucho, por el derecho lo puedes tener un poco más facilón. Te estoy advirtiendo porque te veo un poco lento. No sé qué te pasa, ¿estás bien?.
-Tranquilo Mateo, es una pequeña indisposición pero no me va a impedir estar como siempre.
-No obstante, ten mucho cuidado, olvídate del pitón izquierdo.
El muchacho citó al toro en mitad de la plaza, aguanto impertérrito y, cuando el toro llegaba sacó un metro su pierna derecha para encelar al toro y, en el último instante, cuando un desgarrador ayyyyy atronaba la plaza, dio un giro de 180º hacia su derecha hurtando el cebo al animal que pasó el asta derecha rozando su cadera izquierda. La plaza se vino abajo, los aplausos eran ensordecedores. El Mierdulín se pavoneaba satisfecho como si la hazaña no tuviese mayor mérito aunque sabía que nadie del reino podía realizar ese movimiento. Desoyendo los consejos del mayoral quiso repetir el mismo quiebro por la izquierda con tan mala fortuna que al girar para hurtar el engaño al toro este se acostó hacia la izquierda prendiendo al chico, clavando el pitón en la parte de atrás del muslo y produciendo una cornada de dos trayectorias en los músculos isquiotibiales. Se hizo un silencio sepulcral, el muete, renqueando y arrastrando la pierna herida se dirigió hacia uno de los carros. La herida era muy fea aunque no sangraba demasiado, por lo visto no había afectado a ningún vaso importante.
-Jurdana, que alguien busque a Jurdana y me la traiga aquí. Mientras tanto ponedme vendas sujetando este chandrío.
El Oso de Guesalaz salió enfurecido y acabo a mazazos con el toro que no tenía más culpa que haber seguido su instinto de defenderse atacando.
No había transcurrido ni un día cuando la curandera se encontraba al lado del casi niño. Había lavado, desinfectado a conciencia la herida hurgando con los dedos para sacar hasta la última astilla de cuerno y cubierto con vendas limpias. Le había dado una pócima de adormidera para paliar el dolor. Cuando encontró un momento de lucidez en el joven le dijo:
-A ver Mierdulín enséñame la lengua.
-Vale pero...¿qué tiene que ver la lengua con la herida?
- Más de lo que piensas ababol. ¿Has tenido vómitos y diarreas últimamente?.
-Ahora que lo dices sí, muchas mañanas vomito nada más levantarme.
-Y claro, con la clarividencia que te caracteriza habrás pensado que estás embarazado ¿no?. Tus ojos y tu lengua hablan y me cuentan cosas que no te van a gustar. Mira bolastristes te están envenenando. Alguien te está suministrando acónito en pequeñas cantidades. No te mata pero altera tus capacidades de reaccionar rápido. Tú verás quien y por qué te está causando este perjuicio para que tus facultades estén mermadas ante los toros. Aunque...la gente habla y cuenta que, últimamente, no te separas de una tal Raquel.
-Raquel me ama. ¿No será que estás celosa?
Jurdana se volvió para que no viera las dos lágrimas que se deslizaban por su rostro.
-Vete a la mierda Mierdulín y no me llames a no ser que estés en el lecho de la muerte. Si eso sucediese me gustaría decirte que, a pesar de todo y aunque eres medio bobo, te amo. Te dejo medicinas e indicaciones para que te cuide la que te está matando.
SAN ROMÁN. VALLE DE GOÑI, URDÁNOZ, NAVARRA.
SAN ROMÁN. VALLE DE GOÑI, URDÁNOZ, NAVARRA.
Accesible en coche. Con problemas importantes para personas con movilidad reducida. Solo podrán apreciar el exterior desde una distancia media y con poca visibilidad.
Románicogoticoide con aires cistercienses y aspecto de fortaleza, como todas las del valle. De esta iglesia me interesaba la torre. Todas las referencias que he visto la catalogan como coetánea de la iglesia. Me va a servir de referencia para ver otras del mismo estilo y datarlas más o menos a ojo por comparación. La casa parroquial, adjuntada posteriormente a la torre, la afea bastante.
Para inspirarme en este relato he recurrido a la música de John Renbourn acompañado de su compañera en Pentangle Jacquie McShee.
https://www.youtube.com/watch?v=SVlF4l3m7MI
CAMINO DE URDÁNOZ
Mateo, mayoral de la ganadería del señorío de Berrioplano se acercó a ver la evolución del Mierdulín que había sido herido en el muslo por un toro que estaban tentando.
-Qué chiguito, ¿cómo te encuentras?
-Con dolor pero bien. No tengo calenturas y, según me dijo Jurdana un día, eso es buena señal.
-¿Qué idea tienes? Nosotros nos iremos hacia el valle del Araquil arreando la vacada dentro de un par de días.
-No lo sé, Mateo, Jurdana me ha dejado instrucciones para retirarme, sin hacer un chirgo, la cánula que realiza el drenaje de la herida. Creo que tengo para tres o cuatro días. Cuando la pueda quitar me buscaré un transporte y me iré a Urdánoz. Una hermana de mi madre me recibirá con los brazos abiertos y cuidará de mi recuperación.
-A ver muete, a mí no me importa esperarte y retrasar la partida. No tenemos ninguna prisa para ir y cuanto más tiempo pase más se hermanará la vacada con los bueyes.
-Pero Urdánoz os cae un poco a trasmano. Os tendréis que desviar del camino. Y además no tenéis carro y, con el muslo herido, no podré montar a caballo.
-Déjalo todo en mi mano. Hay carros que se compran y se venden; una yunta de bueyes no nos faltará para que tiren de él. Vas a ir con el culo más cómodo que un obispo de romería. El viaje por Urdánoz les hará bien a los animales.
-Iré pensando qué hago.
-No vas a pensar nada. No te lo quería decir pero Jurdana me ha ordenado que no te pierda de vista hasta que no esté seguro de que estás bien atendido y, sobre todo, me ha suplicado que vigile a Raquel. Y...Jurdana es Jurdana, ¡cualquiera le lleva la contraria!
-¡Bah! Cosas de chicas.
-No, Mierdulín. Sabes que llevo muchos días preguntándote si estás bien. No me cuecen las berzas. Tu eres mucho más rápido que lo que demostraste en la tienta. Un toro como ese, en condiciones normales, ni te habría rozado.
-¿Hablabais de mí?- Raquel acababa de entrar sigilosamente. Los dos quedaron cortados pensando que habría escuchado el final de la conversación.
-Hablábamos del transporte del Mierdulín hasta Urdánoz.
-No hará falta. El obispo me cederá algún lugar donde lo pueda cuidar y con sus médicos personales cerca.
-Olvídate me voy a ir a Urdánoz a casa de mi tía y eso no tiene discusión.
-Vale, tranquilo, lo que tú desees. Yo te acompañaré a donde vayas.
-Haz lo que quieras pero...no es necesario.
El muchacho se giró para cambiar de postura, un gesto de dolor contrajo los músculos de la cara. Raquel, solícita, acercó la mano a la herida e hizo mención de retirar el drenaje de la herida.
-¡Quieta ahí! Deja en paz ese drenaje.
-Pero, te está molestando y la herida tiene que generar mucho pus para curarse.
-¿Qué dices simplona? Es todo lo contrario. Hay que evacuar cuanto antes esas inmundicias si se quiere sobrevivir. Jurdana, que ya me curó una herida similar a esta, me insistió mil veces en que lo importante era la limpieza y el drenaje.
-Y ¿te fías más de una bruja que de mí?
-A ver, igual es más de fiar una curandera experimentada y apreciada en su valle que la barragana de un obispo ¿no? Tú...es fácil que sepas mucho de rezos y de bendiciones personales con el hisopo pero poco de salud.
Raquel abandonó el lugar llorando a lágrima viva. ¿Estaba enamorada del Mierdulín? Sí. ¿Era leal a las labores de información que ejercía para el obispo? Sí. ¿Podía compaginar las dos cosas? No. El obispo cada día le presionaba más para que acelerase la desaparición del Mierdulín y del Oso de Guesálaz.
Cuatro días después todos, hombres, mujer y bestias, se dirigían hacia Urdánoz. Raquel rumiaba su tristeza. Estaba totalmente desorientada pero sentía que tenía que vivir al día y esperaba que el destino decidiese por ella. Había estado presente en el momento de la retirada del drenaje de la herida pero el Mierdulín no le había dejado intervenir. Se encontraba sentada en la cabecera de una especie de camastro que le habían pergeñado en el carro al herido acariciando, entre las suyas, su mano. Transcurrían las horas y las leguas en abundantes ratos de modorra. Raquel estaba enfrascada en sus pensamientos.
-¿Qué piensas Raquel?
-Ese tipo de pregunta... ¿no solemos hacerla las chicas?
-Pues ¿yo qué sé?. Te voy a hacer otra pregunta ¿me estás envenenando?
-Pero ¿eres idiota? ¿Cómo puedes pensar eso?
-No sé. Esa marranada que me das todas las mañanas y que, hasta ahora, me tomaba porque me fío de ti... Jurdana me advirtió de que me estás envenenando con acónito o algún veneno similar.
-Ya...Jurdana. ¿Se te ha ocurrido pensar que lo que tiene es unos celos que no la dejan vivir?.
-Pero ¿qué dices melona? Jurdana y yo sabemos que no podemos ser más que amigos, muy amigos.
-Y...¿desde cuando la amistad junta a dos personas en la cama?
-Desde que a los dos nos apetece, los dos somos libres y no tenemos que dar explicaciones a nadie. Y...si alguna vez tu y yo llegamos a tener algo ya puedes hacerte a la idea de que Jurdana existe. ¿Cómo lo vamos a lidiar?... Es cosa tuya, mía o de los tres.
-Ah míralo que "espabilau" y si a mí me apetece aportar un mozo a esa especie de contubernio que insinúas ¿puedo hacerlo?
-Todo es negociable. Todo es bueno "pal" convento. Y...hablando de otra cosa ¿qué es esa mierda que me suministras todas las mañanas? No la voy a volver a tomar hasta que no me expliques claramente para que sirve.
-Ese potingue que te doy todas las mañanas es la triaca. Es un preparado que he encontrado mirando un libro de un tal Galeno que tiene el obispo. Sirve para mejorar la salud y para prevenir las intoxicaciones por envenenamiento.
SAN ROMAN. ARZOZ, VALLE DE GUESALAZ, NAVARRA.
SAN ROMAN. ARZOZ, VALLE DE GUESALAZ, NAVARRA.
Como todas las del valle románicogoticoide con influencias del cister. Principios del siglo XIII. A veces me pregunto por qué se edificaron unas iglesias tan descomunales en proporción a la población. ¿Era un reto entre pueblos o algo así? O simplemente era por motivos de defensa. Una portada muy bonita. En el atrio, cuyo empedrado data finales del del siglo XV, hay unas estelas que forman parte de unas líneas de piedra de la estructura. Al ser reutilizadas supongo que su antigüedad es mucho mayor pero no me hagáis mucho caso. Las pongo ahí y...que cada cual decida su interpretación.
Accesible con algunas dificultades salvables para personas con movilidad reducida.
En este caso me inspiro con la música de un cd que se titula The lady and the unicorn. John Renbourn otra vez. Esta vez instrumental y con evidentes influencias medievales.
https://www.youtube.com/watch?v=IzSQDuMI7WE
LA VISITA A LA BRUJA
Beltso, el Oso de Guesálaz, acompañó al Mierdulín hasta Urdanoz y, una vez allí, se despidió de él alegando una visita a su casa y unos días de descanso para revisar las cuentas del señorío y el cálculo de su diez por ciento. Tomó el camino de Garisoain y, en su bestialidad y su falta de empatía, tenía un ligero sentimiento de que algo no iba bien en su vida; que solo tenía una cierta amistad, que podía ser de conveniencia, con el Mierdulín y con la gente de la banda del Tuerto y los pastores del valle del Araquil.
Últimamente le daba vueltas a la posibilidad de establecerse en casa, vivir de las rentas, dejando la explotación del señorío en manos de su hermano, buscar una buena moza, empezar una nueva vida y dedicarse al dolce far niente... Estaba un poco harto de sus aventuras con los toros y de espiar para el señorío de Berrioplano. Aunque creemos que no tenía muy desarrollada la capacidad de amar, se le removían las tripas cada vez que veía a Estevania de Artzoz.
Estevania era una moza de unos veinte años, una curandera. Vivía en las afueras del pueblo, muchos decían que era bruja y ella no se molestaba en desmentirlo. Más que nada porque era la realidad. Solía coquetear con el Oso cuando lo veía por el valle y, sabía perfectamente que, tarde o temprano, caería en sus redes. Por eso no le sorprendió la visita que éste le hizo a principios de diciembre.
-Hola Estevania, vengo a ver si me puedes ayudar. Últimamente me está martirizando un dolor de espalda y he pensado que podrías tener algún potingue que me lo aliviase.
La joven despejó completamente una mesa grande y le ordenó al hombrón:
-Vale, vamos a ver eso. De trabajar no creo que sea, de hacer el bestia tal vez... Quítate la ropa y échate boca arriba en la mesa.
-No te confundas, eres muy guapa pero no he venido a lo que te piensas.
-Y...¿se puede saber qué me pienso?
-No sé...yo veo que cada vez que nos cruzamos me miras con ojos golosos.
-Anda ya mendrugo. ¿De verdad crees que una chica como yo se va a enamorar de un animal como tú?
-¿Quién ha hablado de enamorar? Yo me refería a un arrimón.
-Tú eres medio bobo. Para esto tengo detrás a todos los mozos del valle y...no creo que tú seas el más guapo de todos.
-Bueno...tu eres una bruja y la gente te tiene miedo. Supongo que los mozos, por temor a encantamientos, se limitarán a admirarte a distancia y no se atreverán a tirarte los tejos.
-¿De verdad crees que soy bruja? Y entonces ¿por qué te pones en mis manos? ¿No temes que un hechizo te ate a mí y te esclavice? Relaja el cuello, no hagas ninguna fuerza.
Chassssscrack Chassssscrack dos crujidos de las vértebras cervicales dejaron al Oso sin habla.
-Date la vuelta y ponte boca abajo. Toma aire y expúlsalo poco a poco- Estevania, a horcajadas encima de él, empujó las vértebras dorsales hasta escuchar tres crujidos más. Le hizo tumbarse de costado y fijando la rodilla superior al camastro, con la pierna doblada y empujando hacia atrás del hombro de arriba logró otros dos o tres crujidos en la zona lumbar. Mientras aplicaba estas manipulaciones no dejaba de admirar la constitución física del mozo y furtivamente acarició algunas cicatrices que formaban el mapa de sus andanzas.
-Hala, arreando, ya tienes la espalda arreglada, te voy a dar un ungüento para que alguien, que no seré yo, te lo aplique todos los días de la semana que viene.
-¿Tú crees que esto está arreglado? ¿No será mejor que venga yo personalmente a verte? Me encantaría que me dieses el ungüento tú.
-No va a poder ser, la semana que viene no voy a estar en el valle.
-Y, si no es indiscreción ¿se puede saber por qué?
-Me voy toda la semana a un pueblecito, tengo cosas que hacer, gente que atender...el sábado me marcho y no vuelvo hasta el domingo de la semana siguiente.
-Ha llegado a mis oídos que en esa semana hay varios días de akellarres en Areso. ¿Qué me cuentas?
-Que vale, que voy a coger mi escoba voladora, la voy a embadurnar del potingue mágico, voy a hacer una buena provisión de monguis y me voy a ir para allá. Mira que eres bobo.
-¿Nos veremos a la vuelta?
-No me necesitas ya para nada.
-Eso es lo que tú piensas pero te necesito en mi vida- Se ruborizó nada más acabar la frase.
-Anda ya mangarrán, desaparece de mi vista y, si no te has ido del valle para cuando vuelva ya nos veremos...o no. Vete tu a saber- Estevania no cabía en si de gozo.
SANTA CATALINA. MUNIAIN. VALLE DE GUESÁLAZ, NAVARRA.
SANTA CATALINA. MUNIAIN. VALLE DE GUESÁLAZ, NAVARRA.
Accesible en coche. Sin problemas para personas con movilidad reducida. El ábside y el cuerpo que le sigue son del siglo XII pero dos pegatinas, una a cada lado, posteriores afean lo que podía ser una iglesia muy coqueta. No obstante, solo con el ábside, un par de canecillos y el vano cegado del ábside con evidencias claras de otro vano dentro del primero, yo me voy encantado de la vida. Imprescindible en excursiones por el valle.
Hoy me invadía una sana nostalgia y me he puesto para inspirarme música de bandas sonoras de Mark Knopfler que fue líder de Dire Straits.
https://www.youtube.com/watch?v=mrPaUtPJ_5c...
EL MACHO DE ARESO.
Aunque "nadie sabía nada", todas las casas de Areso y Leitza estaban protegidas con flores eguzkilore para evitar que entrasen en ellas las brujas. Había corrido la voz de que, durante una semana se iban a reunir todas las de los valles vecinos y celebrar sus ritos sacrílegos en unas cuevas que estaban entre los dos pueblos.
Estevania era considerada, desde dos años antes, una especie de bruja principal y, como tal, era el centro de aquellas reuniones que se iban a celebrar el lunes, el miércoles y el viernes a pesar de que Gregorio IX, padre de la Inquisición, había dictado la encíclica Excommunicamus arremetiendo contra ritos satánicos y todas estas historias de brujas años antes.
Gran parte de la información que tenemos de estas reuniones tienen muy poca credibilidad puesto que fueron conseguidas bajo tortura. Yo le voy a dar la orientación que me dé la gana que para eso el relato es mío.
Se habían celebrado ya el lunes y el miércoles dos reuniones en las cuevas y en ellas se habían limitado a recordar ritos de la religión ancestral. Estevania presidía las reuniones con una ligera túnica verde hasta los pies, translúcida a la luz de la hoguera y ceñía su larga cabellera pajiza con una cinta dorada. En estas reuniones solo se dedicaron a adorar a Mari, la diosa madre representada por la joven, con bailes cánticos y banquetes. Eran más las brujas que los brujos pero... más de un arrimón se produjo esos dos días. El Macho Cabrío que narran en las leyendas no apareció por ningún lado.
-Os emplazo para el viernes a media noche. Celebraremos nuestra reunión especial. Sabéis lo que tenéis que hacer. Procurad no mostraros mucho por los pueblos, sed discretas, amables, simpáticas; la gente se asusta de nosotras y nada nos perjudica más que el miedo que nos tienen.
El viernes empezó la noche degustando un asado de cordero bien regado con vinos y licores. En los postres sacaron un enorme pastel confeccionado con unos hongos con un sombrero de unos dos o tres centímetros de alto y en forma de campanilla y un pie largo y fino de unos ocho o diez centímetros. Al rato, bajo los efectos de lo que ahora llamamos monguis, empezaron a ver la música y a escuchar los colores mientras un arco iris caleidoscópico deformaba las figuras que danzaban alrededor de la hoguera convirtiéndolas en animales mitológicos. Algunas brujas introdujeron un trono que colocaron en el centro de la reunión. Muchas parejas y grupos se habían acercado a él. Apareció en la reunión un brujo alto, fuerte, con una careta que ocultaba su rostro rematada en dos cuernos de carnero y se sentó en el trono. En una mano llevaba una especie de báculo símbolo de su jerarquía.
-¿Se puede saber quién eres?- Estevania no daba crédito.
-Soy Akerbeltz, que he venido a visitar a la diosa madre y a mis criaturas predilectas.
Se postraron de hinojos adorando al recién llegado y desfilaron después monstrandole su sumisión. A medida que iban pasando volvieron a sus bailes alrededor del fuego y poco a poco y con la distorsión producida por los monguis todo fue derivando en una orgía sexual de parejas y grupos.
-Tú, Estevania reina de las brujas, ¿no me adoras?- La reina se arrodilló a sus pies y no oculto una sonrisa socarrona.
-Estoy a tu disposición.
-Escuchad, yo Akerbeltz, he venido a vosotros para copular con la reina de las brujas y sembrar en su vientre la semilla del que será vuestro guía en el futuro.
-¿No te piensas quitar esa careta? A ver si, en tu desenfreno, me vas a sacar un ojo con uno de esos cuernos.
-Ni hablar.
Acabó la reunión y brujos y brujas marcharon hacia sus pueblos afianzándose en sus creencias y comentando el éxito de las reuniones. De vez en cuando un flash les transformaba el rumor de las hojas del bosque en música y embotaba sus cerebros con una paleta de colores desconocidos. ¡Qué cosas hace un hartazgo de monguis!
En el camino de vuelta a casa se encontraron Estevania y el Oso de Guesálaz.
-¿Qué tal Estevania, has estado en esos rollos de brujas que ha habido por Areso?
-Pues sí, han estado muy bien. Y tú ¿qué andas por esta zona?
-He estado en Leitza mirando unos asuntos de toros para fiestas.
-Ah vale Akerbeltz... Uyyyy se me ha escapado.
-Pero... ¿se puede saber de qué me hablas?
- Es difícil ser más idiota que tú, Beltso. No sé... en esta historia de brujas que dices he estado copulando con un elemento que tiene por los brazos las mismas cicatrices que tú y que apestaba a una legua al ungüento que te di para la espalda. Me dejas asombrada. Eres más simple que el mecanismo de un peine.
-Juer...me has pillado. Voy a ir a Santa Catalina en Muniain. Allí tengo un amigo sacerdote y le voy a confesar mis pecados.
-Ah pero ¿es pecado lo que hemos hecho? Bueno, igual sí, igual has pecado tu intentando engañarme para acostarte conmigo. Yo no, yo sabía desde el principio quién eras y me apetecía este rollo más que a ti. Por cierto, esa historia de engendrar un pequeño Aker...ni lo sueñes. Soy bruja, sé lo que hay que hacer para no quedarme embarazada y había tomado precauciones antes. Y...panoli, sabía antes de ir que ibas a aparecer en la cueva. Soy bruja...¿No lo sabías?
-¿Quién sabe, Estevania? ¿No te gustaría tener un Osito?
-¡Vete por ahí!- contestó la joven haciendo chocar su hombro contra el costado del mocetón.
SAN BLAS. LOS ARCOS, NAVARRA.
SAN BLAS. LOS ARCOS, NAVARRA.
Siglo XII. De la original solo queda el ábside y cuatro cositas más pero no deja de ser una ermita muy coqueta. Del vano de campana de la espadaña solo quedan algunas piedras mal contadas, colocadas de aquella manera en un tejado, pero que nos pueden dar una idea de lo que había por allí.
Fue, en su día, hospital de peregrinos y se conocía entonces como San Lázaro. Se encuentra a la salida de Los Arcos en dirección a Viana, a la derecha, pegada a la carretera.
Esta semana me ha invadido una sana y agradable nostalgia y he recordado que, en la década de los setenta, el oriotarra Benito Lertxundi, investigador de antiguas canciones del país vasco, formó parte de la banda sonora de mi juventud.
https://www.youtube.com/watch?v=pO4K1_Mbg24
APUESTA
En Desojo les llamaban los Pompeyos. Formaban una familia noble que alardeaba de ser descendientes directos del insigne general fundador de Pamplona. Desde tiempo inmemorial ponían a sus hijos nombres romanos. En esta familia nació en segundo lugar Cayo. Desde muy pequeño se interesó por todas las labores del campo y sobre todo del cuidado de los animales, conociendo remedios para todos los malos tragos que pasaban las criaturas. Mientras tanto su hermano Julio, primogénito, dedicaba sus días a holgazanear. Comentaba que un noble debería dedicarse a la buena vida y a rondar a las mozas de buenos pechos y muslo prieto y no debería doblar el espinazo para trajinar con una azada ni mirarle los cascos a un caballo. Cuando Cayo cumplió los dieciocho años, oliéndose la tostada, se dirigió a su padre para interesarse sobre su futuro en esa casa.
-Padre ¿qué futuro tengo yo aquí, en casa?
-Mira hijo aquí somos tradicionales y, en esta casa, la costumbre es ley. El primogénito y heredero es tu hermano Julio. Tu tienes varias opciones: Quedarte al servicio de tu hermano con un buen salario, buscarte la vida al servicio de armas de un noble o del rey o recogerte en un monasterio. En cualquier caso yo te daré lo que pensaba gastar en tu boda para que empieces una nueva vida si no quieres quedarte en casa.
A Cayo no le hacían demasiada gracia ninguna de las opciones, decidió buscarse la vida valiéndose de sus conocimientos del campo y los animales. Pilló la pastizarra que le ofreció su padre y se lanzó al camino. No fue demasiado lejos. En Los Arcos se cruzó con un gañán que llevaba una caballería tirando de un ramal de esparto. El animal cojeaba ostensiblemente y no conseguía apoyar en condiciones la pata delantera derecha.
-No sé quien es más animal si la caballería o tú. ¿Cómo puedes hacer andar al caballo en estas condiciones? ¿No ves lo que sufre o qué?.
-Me han dicho que lo lleve al hospital de peregrinos, que igual alguien sabe qué hacer para curarlo. Si interviniese San Lázaro...
-Si estás esperando la intervención del santo vas "dau". Te acompaño. Me gustaría ver cómo lo hacen.
El hospitalero miro por encima al animal y ni se molesto en hacerlo de cerca.
-No tiene remedio. El cangrejo le está comiendo la pata desde el casco, hay que sacrificarlo.
-¿Qué pichorris dices? ¿Qué cangrejo ni que órdigas?- Cayo lo miraba indignado. -Atad al animal y sujetadle bien la pata.
Le limpio el casco con unas herramientas que llevaba y descubrió un pequeño agujero por el que rezumaba un poco de humedad. Amarraron bien a la caballería y la dejaron completamente inmovilizada. Hurgó en el casco hasta encontrar una pequeña y picuda piedra clavada. Sacó la piedra y el chorro de pus que salió de allí no era para ser descrito. Lavó y limpió bien la zona, sacó del zurrón unas cuantas hierbas que, maceradas en vino, metió en el hueco que había quedado y envolvió la zona en un trapo limpio. Solo con la expulsión de aquella porquería el caballo empezó a apoyar la pata con total normalidad.
El gañán fue publicando a voces las habilidades de Cayo que se convirtió en lo que hoy sería el veterinario del valle.
Disfrutando de una posición privilegiada se desplazaba todos los miércoles por la tarde a Estella. En el mercado de la capital de la zona se reunían todos los importantes de los pueblos de alrededor para comprar y vender ganado, hacer sus transacciones de fincas, para apostar en los diferentes juegos que se celebraban en la plaza y, para qué os voy a engañar, para escaparse un par de días o tres de sus esposas. Solía alojarse en una especie de hostal que se llamaba la Roca, aunque todo el mundo lo llamaba el Jabalí debido al apodo de su dueño; un individuo pequeñajo, de culo escurrido, pecho fuerte y adelantado y con una mandarra colgando del cuello con más lamparones que candiles tenía la fonda. Ayudaba un carácter digno de la furia de uno de esos guarros herido cuando alguien le andaba tocando lo que no se toca en condiciones normales.
Cayo conoció a Fermín, un terrateniente de El Busto, y trabó gran amistad con él, a pesar de la diferencia de edad, hasta tal punto que muchos miércoles se juntaban en Los Arcos y seguían juntos el camino hasta Estella y la vuelta solían hacerla juntos también.
-Qué Fermín, ¿irás hoy al arrastre de bueyes?
-Bah, ya he gastado todo lo que tenía previsto para esta semana y total...para no apostar...
-Acompáñame, xoder, yo tengo unas cuantas monedas que no sé que hacer con ellas.
Llegado a la plaza donde se celebraba el arrastre empezaron a discutir sobre la calidad de las yuntas. No se ponían de acuerdo.
-Mira Fermín me apuesto todo lo que llevo a favor de los bueyes de Johannes.
-Pero ¿qué dices? Esos bueyes andarían mal para mover un ruejo del río.
-Apuesta algo...
-Ya te he dicho que he gastado todo lo que tenía destinado para esta semana.
-Mira te apuesto todo lo que tengo aquí contra esa finca que tienes muerta de asco, sin cultivar nada en Reguillo.
-Hecho.
El resultado fue el que estáis pensando, Fermín perdió la finca pero no le dio demasiada importancia.
-Pásate por El Busto un día de estos y hacemos los papeles.
-Mira, te voy a hacer una proposición: Tú sigues como dueño de la finca, me la dejas en uso y...te voy a hacer un favorazo, me das en matrimonio esa única hija que tienes malcriada y arisca como un gato "alrevesiau".
-Pues igual me quitas dos pesos de encima pero...hace falta que mi hija quiera casarse contigo y de la finca poco sacarás. Pero, además, si consigues casarte con la fiera tendrás que trabajar de capataz en mis fincas porque yo me voy a dedicar a dormir mucho, madrugar poco, algún paseíco a caballo "pa" ver qué hacéis y los miércoles...nos vamos a Estella.
-Vale, acepto todo y ¡qué dios me coja "confesau"!.
IGLESIA DEL CRUCIFIJO. PUENTE LA REINA, NAVARRA.
IGLESIA DEL CRUCIFIJO. PUENTE LA REINA, NAVARRA.
Accesible en coche. Algún problema mínimo (salvar uno o dos escalones) para personas con movilidad reducida.
Finales del siglo XII principios del XIII. De origen ¿templario?... lo dejo para los especialistas. La portada, chulísima, anuncia el gótico a bombo y platillo. Dos naves, una original, románica, con arcos ligeramente apuntados y la otra, que aloja al crucifijo, gótica respetando la estructura de la anterior. Está abierta. Lleva un eurico suelto si quieres luz para las imágenes.
Ya sabéis que soy un cafre y no respeto demasiado la historia. En este caso me inventaré, porque conviene a mi relato, datos sobre ese crucifijo. Básicamente me adelantaré unos cincuenta o setenta años a su datación. No me tiréis demasiadas piedras porque...a lo mejor hasta tengo razón. Ya sé que es gótico pero...oye...le da el nombre a la iglesia ¿no?.
Como inspiración para esta historieta he elegido a dos viejos conocidos Jonh Renbourn y Jacquie McShee.
https://www.youtube.com/watch?v=HktD6rICyCg
EL REBAÑO
El señorío de Berrioplano había ampliado su negocio ganadero adquiriendo varios rebaños de ovejas latxas y merinas que pastaban en la sierra de Andía. En otoño los rebaños se desplazaban en trashumancia hasta las Bardenas siguiendo la cañada real Valdorba-Sierra de Andía que transcurre por el sur de la sierra del Perdón.
Jean Paul, Hubert, el Centollo y el Trampas se habían desplazado a Puente la Reina con unos encargos especiales: controlar el mercado de animales y los negocios de leche, quesos y lana por parte del Centollo, y vender una talla de un cristo crucificado, obra del Trampas, que nadie quería por lo extraño de su forma. Sus rebaños descansaban un par de días en unos corrales en el término de Obanos y ellos se alojaban en una especie de hostal que se denominaba La Cornada, no porque la cuenta fuese como el ataque de un toro si no porque elevaba el tratamiento de la carne entre los cuernos y el culo de las reses a la categoría de "usía".
En el comedor del hostal coincidieron en una mesa con Cayo Desojo que se estaba peleando con un chuletón de buey de cincuenta onzas y, dándole a la lengua, se enteraron de que quería comprar un rebaño de unas ochocientas o mil ovejas.
-Y ¿qué quieres? ¿Ovejas latxas?
-¡Qué coñe latxas! Quiero merinas. Tengo en mente un negocio y necesito ovejas que den lana muy fina, no me valen las lanas bastas que solo valen para rellenar colchones de ricachones.
-Y...¿qué piensas hacer con la lana fina? Aquí no hay mercado, tendrías que venderla en Castilla- el Centollo no acaba de ver dónde estaba la ganancia.
-No no no, precisamente lo que quiero es xoder el incipiente negocio de los castellanos. Voy a vender la lana en Brujas que es el centro textil de todos los reinos.
-Y ¿cómo piensas hacerlo? ¿La llevarás por las calzadas?
-He pensado hacerlo por mar. Embarcar en la ría de Oiarso (actual Pasajes) y de ahí a Brujas.
-Demasiado caro ¿dónde está el negocio? La lana te va a dar justo para pagar el transporte y un margen pequeño de beneficio. No merece la pena.
-La lana nos permite pagar el flete y la compra en Brujas de paño de Flandes. Este es el que nos va a dar el beneficio. Los nobles de Navarra, Castilla y León van a darse de ostias (recuerda a Plauto) para conseguir esos paños que vamos a vender a precio de oro.
-Eso es otra cosa. Yo soy un negociante y, si me lo permites, te voy a facilitar el rebaño, el esquilado, los transportes y, dependiendo de los resultados te puedo proponer aumentar el negocio desbaratando la venta de los castellanos. Podrías asociarte en este negocio con el señorío de Berrioplano y todo serían ventajas. Mira si soy legal que podría reventarte el plan
y apropiarme de él pero...reconozco a la gente que sabe hacer las cosas bien y una asociación nos produciría unas ganancias descomunales a ti y al señorío. Por supuesto seleccionaríamos las mejores ovejas para tu rebaño. Pastarían en esa finca de Reguillo de la que me has hablado. Nosotros nos encargaríamos de buscar flete y asegurarnos de que la lana llegará a Brujas y el paño de Flandes a Navarra y tú te encargarás de todas las labores relacionadas con los animales. De la venta de la lana en Brujas y del paño aquí nos encargaremos tú y yo. Te facilitaremos pastores para que te ayuden. Si estás de acuerdo mil o mil quinientas merinas pastarán en tu finca si tienes pasto y amplios rediles hoy mismo seleccionamos los animales que se van a quedar aquí en invierno.
Un apretón de manos fue el sellado de aquel negocio.
El Trampas tenía a su lado, apoyado en el banco, un bulto envuelto pieles.
-Y...¿Eso que escondéis ahí?
-Es un cristo- contestó el Trampas. -No hay forma de venderlo en todo el reino. Vamos a ver si somos capaces de hacerlo aquí.
-Os puedo ayudar en eso. Hay una iglesia, al lado de un hospital de peregrinos, conozco al clérigo...un poco ababol pero muy pagado de sí mismo. Hay una forma de engatusarlo vendiéndole modernidad. Os acompaño esta tarde y miramos.
Fray Johannes miraba la imagen y no daba crédito.
-No, no, no...esa cruz sin descortezar, esos brazos en V, ese rostro dolorido, los pies ¿habéis visto los pies? ¿Desde cuando se clavan los pies juntos?
-"Mon ami Jean Paul e moi hemos vuayage par todo L´Alemagne et L´Italie y hemos observado les nouveax muvemants artisticos- El francés exageraba su acento para impresionar al frailongo. -Et sest sa lo que samporte" sest le plus de la modernidad- No hace falta traducir estos gabachismos. Más o menos decían al clérigo que se pusiese las pilas que había que estar al día.
-Ya te explico yo que hablo un poco mejor que Hubert, si lo compras y le haces una nave adosada a la actual y que siga las directrices de lo que está de moda te vas a afamar.
-Mira, os lo compro y, poniéndolo por escrito, si no me produce beneficios en un año os lo devuelvo y tan amigos.
-Trato hecho- La gente del señorío habían matado dos pájaros de un tiro. Habían vendido el crucifijo y tenían en ciernes un prometedor negocio.
IGLESIA DE SANTIAGO. PUENTE LA REINA, NAVARRA
IGLESIA DE SANTIAGO. PUENTE LA REINA, NAVARRA
Accesible hasta hasta los aledaños en coche. Desde donde aparqueis el coche hasta la iglesia hay un paseo agradable de unos doscientos metros por una calle llana. Sin problemas para personas con movilidad reducida.
Era la única que me quedaba de las tres portadas polilobuladas que hay en esta zona del camino.
De la antigua iglesia románica solo queda la portada y un par de detalles más. Si no te fijas mucho se te puede escapar un peculiar crismón incluido en el lóbulo central. Está abierta pero...el interior, aunque interesante, no es románico.
La portada es de una riqueza impresionante a pesar de que la erosión y el vandalismo han hecho estragos. Románicogoticoide.
He buscado la inspiración para esta historieta en la sexta sinfonía (Pastoral) de Beethoven. Aprovechando que va a ir de ovejas...
https://www.youtube.com/watch?v=9ORsinmqm0M
LA SELECCIÓN
Excepto tres que habían dejado vigilando el ganado el Centollo, el Trampas los franceses y los demás pastores estaban cenando en La Cornada para organizar la selección del ganado y celebrar la venta del crucifijo.
-No bebáis demasiado porque mañana tenemos que seleccionar el mayor número de ovejas de rasa navarra, no latxas. Miraremos que la calidad de su lana sea excepcional. Cuanto mayor sea el rebaño mejor- Era el Centollo quien sugería la moderación en la bebida.
-Y ¿qué vamos a hacer con ese rebaño? ¿No hará la cañada?
-No, se queda aquí y de aquí lo llevaremos a El Busto, tendréis que designar varios pastores para la labor.
-Juer y...digo yo ¿tienen que pasar por el puente? A ver si va a saltar alguna el pretil y van todas detrás.
-Qué ¿tendré que estar yo para indicaros cómo hacerlo?
-¿De cuantas reses estamos hablando?
-Entre 800 y 1200.
-Costará un tiempo pasar el puente ordenadamente.
-Mejor, una distracción para los lugareños. No creo que, en estas fechas, tengan mucho que hacer.
-Pero ¿dónde van a estar? ¿qué van a comer?
-Tengo construidos en Reguillo dos rediles para 600 animales cada uno con sus comederos y sus bebederos. Son de estructura de madera y tejado de enea. Estaba seguro de que iba a lograr mi propósito de adquirir un buen rebaño y me he adelantado a los acontecimientos. Estoy construyendo uno más en previsión de las pariciones de este año. Si todo va bien y suponiendo que tengamos mil ovejas, con sus carneros sementales, nacerán al año unos cuantos corderos. He previsto, además alimento para todo el rebaño. Tengo almacenado forraje para un año.
Después de la cena los pastores tomaron rumbo a los cercados de Obanos. Los componentes de la banda y Cayo se quedaron alojados en La Cornada.
-No te veo muy animado Cayo. ¿Preocupaciones?
-A ver...sé que las ovejas en redil, bien alimentadas y con agua de calidad y suficiente van a producir más y mejor lana; por otra parte pueden parir dos veces en un año y los corderos van a ser mejores y más jugosos que los que vienen de las cañadas. Si paren dos animales van a sobrevivir los dos. Tengo claro cómo hacer todo lo referente a la cría y la producción de lana pero...me está produciendo mucho desasosiego la parte de la comercialización. Hay que adelantarse a Castilla para vender la lana. Hay que buscar mercados, es complicado.
-Y...¿ese es tu problema? Pues mira, dedícate a lo que sabes hacer que ya haré yo lo que te preocupa. Ten claro una cosa, Cayo, vamos a abrir un mercado que ni imaginamos lo que va a producir.
Dos días después los pastores seleccionaron mil doscientas reses y las llevaron a las afueras de Puente la Reina. El Centollo pagó el portazgo que le exigieron para pasar el puente y el espectáculo congregó a casi todo el pueblo.
-¡Mira esa, parece que va xodida, anda medio coja! ¡Esa dará buena lana! ¡A dónde llevan esa con semejantes tetas, no puede ni andar! ¡Mira que mala gaita tienen los perros, como les ladren un poco y se les tiren a las patas van a ir todas del puente al río!- La mujeres de Puente tenían otras impresiones: -¡Juer que peste, vamos a oler a chotuno hasta navidad! Las cagarrutas ¿quién las limpia? No nos dejarán a nosotras el pastel ¿no?.
El Centollo y Cayo controlaban el paso del rebaño y pensaban en el futuro.
-Oye, selecciona diez o doce, las que veas con mejores lanas, corta unos vellones y me los das. Voy a mandar un emisario a Brujas, con la lana de mayor calidad, para que hable con la Colonia vasco-castellana instalada allí y apalabrar la venta en primavera. Podemos mover, los primeros años, ochenta quintales. Los castellanos no lo tendrán bien si nos adelantamos diez o quince días en el esquilado y algunos días en el trasporte.