LA BANDA DEL TUERTO DOCE
SAN JUAN BAUTISTA. ILUNDAIN, VALLE DE ARANGUREN, NAVARRA
Curiosa iglesia románica con parcheos en el siglo XVIII. Visita aconsejable si andas revisalseando por el valle de Aranguren. Aunque solo sea por conseguir la foto que regala su curiosa torre con dos ¿contrafuertes? que le dan personalidad. Sencilla portada.
Accesible en coche. Sin problemas para personas con movilidad reducida.
He buscado, para que las ideas acudan a mis dos neuronas, una lista de canciones de un grupo que formó parte de los que aumentaron mi acervo musical en los años setenta.
https://www.youtube.com/watch?v=nvFdBHPEqPE...
EL MUETE
Los sollozos de una niña atravesaban un pequeño vano abocinado, a la altura de la vista de una persona adulta. Un niño escuchaba intrigado el lloriqueo y no pudo aguantar la curiosidad. Saltó agarrándose a los dos barrotes que protegían la ventana y, apoyando el pie en un pequeño hueco que había en la pared, escudriñó el interior. En la oscuridad vio una pequeña sombra acurrucada en un camastro.
-Oye, ¿quién eres?
-Soy Sua y ¿tú?
-No sé, no tengo nombre. Bueno sí, todo el mundo me llama el Muete. ¿Qué haces aquí?
-Fray Lope me ha traído aquí. Me va a llevar con mi madre. Hoy es mi cumpleaños y me dará un regalo.
-¿Fray Lope? Menudo elemento. No se habrá propasado contigo ¿no?
-No, se porta bien; me trae pan, agua y un poco de queso.
-Oye Sua, tú muy espabilada no eres ¿no?. Ese fraile es un malparido, se quiso propasar conmigo y le di con un pedrusco en la frente. ¿No has visto la cicatriz que tiene? Desde entonces huye de mi como de la peste.
-A mi no me trata mal.
-Mira Sua, yo me busco la vida por todos los pueblos del reino y he oído que hay mucha gente buscando a un fraile que se ha llevado a una niña del señorío de Berrioplano.
-Soy yo ¿no me va a llevar con mi mamá?
-Pero, Sua, no tienes cara de tonta. Este animal te ha llevado con una intención. No sé cual es pero no creo que trame nada bueno. Vamos a hacer una cosa. Entraré en la iglesia, cuando el fraile se vaya, y te sacaré de ahí.
-¿Me llevarás al señorío?
-No. Vendrás conmigo a mi cueva del bosque. No nos va a faltar de nada ahí. Luego localizaré a gente del señorío y les contaré la historia para que hagan lo que tengan que hacer con este fraile. Y, cuando me asegure de que lo han liquidado, yo mismo te llevaré al señorío. He oído hablar del Tuerto y su banda y quiero hablar con él.
-Vale estaré preparada.
El fraile tenía retenida a la niña en un cuartucho que hacía las veces de sacristía. La amenazaba con no llevarla con su madre si hacía ruido mientras había culto o gente por la iglesia. El Muete rondaba vigilando los movimientos del clérigo. En una de estas el fraile lo vio rondando la iglesia.
-Muete, ya puedes desaparecer de Ilundain si no quieres que te denuncie por ladrón.
-Yo no he robado nada frailongo.
-Y ¿a quién creeran? Puedo fingir un robo y acusarte a ti.
-Y yo puedo pegaros otra pedrada. He entrenado mucho estos meses los lanzamientos con honda. Si le puedo dar a una perdiz que levanta el vuelo imagino que también le podré dar a esa sandía que tenéis por cabeza. Por cierto, también puedo decir que me habéis intentado meter la mano por el calzón.
-Tu eres bobo, nadie te creerá. ¿Cómo van a creer a un ladronzuelo como tú?
-Y...¿si tengo alguien que lo vio?
-Lárgate de aquí. No quiero verte por el pueblo.
-Vale no quiero tener problemas, vos por vuestro camino y yo por el mío.
Un rato después el Muete entraba sigilosamente en la iglesia. Llevaba un atillo con ropa de muchacho. Esa tarde dos niños abandonaban el pueblo y se internaban en el bosque.
SAN EMETERIO Y SAN CELEDONIO. TAJONAR, VALLE DE ARANGUREN, NAVARRA
SAN EMETERIO Y SAN CELEDONIO. TAJONAR. VALLE DE ARANGUREN, NAVARRA.
Románicogoticoide. Principios del siglo XIII con algunas pegatinas en el siglo XVI. El valle de Aranguren está pegadico al de Egües, por eso el tipo de iglesias es muy similar.
Accesible en coche. Sin mayores problemas para personas con movilidad reducida.
He recurrido hoy para inspirarme a la música de un dúo que me enamoró en los setenta: Loggins and Messina.
https://www.youtube.com/watch?v=DRGjiUklBB8
LA VENGANZA DEL MUETE
El Muete había sufrido abusos por parte de fray Lope con el conocimiento y aquiescencia del abad de Ustarroz. Aprovechándose de su indefensión, el fraile había intentado acercamientos nada acordes con su supuestamente sagrada misión. El resultado, cuando intentaba colar su mano por el calzón, fue un golpe en la frente con una piedra que le dejó una señal de por vida. Desde entonces no se podían ver mutuamente. El rapto de Sua le sugirió al chaval una idea que fue madurando poco a poco. Rescató a la niña de su encierro y la llevó a una recóndita cueva que tenía por casa el muchacho. En la entrada de la cueva descansaba, apaciblemente, una especie de perra de aspecto fiero. Otsoa.
-Quédate aquí, Sua. No te preocupes, no va a venir nadie y tienes comida y bebida abundante. Yo voy a salir un ratico y en nada estoy de vuelta. Aprovecha para descansar y recuperarte de los días que te ha hecho pasar ese cerdo. No oscurecerá antes de que vuelva. Descansa y por la tarde hablaremos.
-¿No puedo ir contigo?
-No. Tengo que arreglar un asunto y a partir de esta tarde estaré contigo hasta llevarte con tu madre.
-Vuelve pronto, tengo miedo. ¿No hay lobos por aquí?
-Si que los hay pero respetan a Otsoa. Mira, vamos a hacer una cosa: dejo a la loba vigilando, parece que te está cogiendo cariño. Nadie ni nada se va a acercar a ti estando ella contigo.
-Te estaré esperando. No tardes. ¿Como te llamo?
-Todo el mundo me llama Muete y para la gente que no conozco va bien. Pero recuerdo que, cuando era muy niño, antes de morir mi familia en un incendio, me llamaban Unai.
-Una pregunta. ¿El abad y fray Lope tuvieron algo que ver con ese incendio?
-No eres tan simple como pensaba.
El Muete se puso en marcha y recorrió varios caminos por el valle de Egües hasta encontrar al Látigo y Ekaitza.
-Hola, soy el Muete. Sé dónde se encuentra el fraile que se llevó a la niña.
-Y la niña ¿está con él?
-Pues no lo sé pero...puede ser.
-¿Qué quieres a cambio de la información? Ekaitza puso unas monedas en su mano.
-No las necesito. Cuando quiero algo lo robo y ya está. No necesito dinero.
-Nos ha salido espabilado el Muete- dijo el Látigo.
-Venga dinos dónde se encuentra ese fraile del demonio.
-En Tajonar. Va a decir misa esta tarde.
-Gracias Muete. Cuando acabemos con un negocio que llevamos entre manos me gustaría hablar contigo- dijo Ekaitza.
-Os buscaré.
El Látigo y Ekaitza se presentaron en Tajonar y esperaron a que el fraile terminara su misa. Cuando salía de la iglesia un cuchillo se apoyó disimuladamente en su espalda.
-¿Qué tal si nos acompañas?
-¿A dónde?
-A dar un pequeño paseo.
-No. Tengo cosas que hacer.
El fraile rectificó al sentir la punta del puñal clavarse en su lomo.
-De acuerdo, de acuerdo. Os acompañaré.
Salieron del pueblo. Llegaron a un bosque cerca del pueblo. En una zona que llamaban Pozo de los Lobos ataron sus manos y sus tobillos.
-¿Dónde está Sua?
-No lo sé, me la han robado.
-¿Que te la han robado? ¿Quién ha sido?
-No lo sé. Creo que un niño al que llaman el Muete.
-La madre que lo parió. Cuando lo vuelva a ver le voy a quitar la piel a tiras.
-¿De quién ha sido la idea de llevarte a la niña?
-Mía.
-Creo que no has entendido la pregunta- xxhiiichaaaasssss un latigazo cruzó su cara dejando un verdugón a punto de sangrar.
-Ha sido idea mía, de verdad.
-Desnúdale, Ekaitza. Vamos a colgarlo de un árbol.
-No, por favor.
Colgado del árbol, cabeza abajo, los latigazos en la espalda se sucedieron creando un mapa sanguinolento.
-Cuando decidas contarnos cosicas, te bajaremos de ahí. Si no nos cuentas nada...nos enfadaremos y no sé...vete rezando que igual hoy te sientas al lado de Satán porque tú...al cielo no vas a ir.
-Si os digo el nombre ¿me bajaréis de verdad?
-Sí. Te doy mi palabra.
-Ha sido el abad de Ustarroz. Tenía que entregarle a la niña para presionaros a vosotros dos.
Entre los árboles unos ojos amarillos oscuros con dos puntos negros vigilaban la escena. Cuando bajaron al fraile se escucho el aullido de Otsoa llamando a su manada. Látigo sacó una destralilla y de dos golpes secos con el envés fracturó los huesos de las piernas del clérigo. El grito angustioso excitó a los lobos que, amparados por la maleza, se movían inquietos al barruntar una comida fácil.
-Bueno frailongo, aquí terminan nuestros negocios. No creo que los lobos pasen hambre hoy. Suerte.
-Me habías dado tu palabra...
-Y la he cumplido, ya te he bajado del árbol.
LA PURIFICACIÓN Y LA BASÍLICA DE SAN PABLO Y SANTA FELICIA.
LA PURIFICACIÓN. LABIANO Y LOS RESTOS DE SANTA FELICIA. VALLE DE ARANGUREN, NAVARRA.
Ya hice hace mucho tiempo un reportaje sobre esta iglesia. Pero, revisalseando por el valle de Aranguren he vuelto a pasear por Labiano. Hoy he tenido la suerte de encontrarme con Pilar Olagüe que me ha abierto la basílica de san Pablo y santa Felicia. Ya sé que esta última es barroca, edificada sobre una anterior románica, pero no vamos a entrar en detalles de la arquitectura. Solo os voy a poner tres fotos: una en la que se narra la historia de san Guillén y santa Felicia, otra con los restos momificados de la santa y una tercera con el sarcófago en el que la encontraron. Cuentan que si pasas un pañuelo por la urna de cristal y plata repujada donde se guardan los restos, te sirve para aliviar las cefaleas mejor que la aspirina o el ibuprofeno. Tu verás.
Hoy buscaba relajo para enfrentarme a la dureza de lo que me estaba viniendo a la cabeza y he seleccionado esta música.
https://www.youtube.com/watch?v=ac0GUDk4UEc
LA SUERTE DEL ABAD.
El abad de Ustárroz había escuchado rumores de que el Látigo y Ekaitza andaban tras su rastro y decidió emigrar al valle de Aranguren, vecino del valle de Egües. Se instaló discretamente en Labiano. Mientras tanto, la gente del señorío de Berrioplano buscaba a Sua con desesperación. En el intento de encontrarla habían dejado en el camino, con las piernas rotas y a merced de los lobos, a fray Lope. No llevaban mejores intenciones con respecto al abad. Habían seguido su rastro ayudados por vecinos de ambos valles que no le tenían especial aprecio. Es más aseguraban que tanto el difunto Lope como el abad eran...¿como decirlo de una forma suave?...demasiado cariñosos con los niños.
Llegaron a Labiano y la suerte quiso que viesen salir un monje con la cogulla cubriendo y enmascarando sus rasgos. Fueron tras él discretamente y lo vieron entrar en una casa próxima a la iglesia. Amaneció y, con las luces del alba, el abad se dirigió a la iglesia. El Látigo y Ekaitza, trepando por unas plantas enredaderas entraron en la casa que acababa de dejar el clérigo. Esperaron pacientemente y, con los últimos rayos del sol el abad entró en su domicilio. Se preparaba unas migas de pastor para cenar...
-¡Qué bien huele y qué hambre tenemos! Supongo que no tendrás inconveniente en que nos sentemos a tu mesa.
-¡Por dios! Qué susto me habéis dado. Por supuesto que estáis invitados a mi cena. El Señor así lo mandaba.
-Ah pero...¿de verdad respetáis al Señor? La gente de estos valles piensa que respetáis más al dinero.
-Dejaos de rodeos, sé a qué habéis venido y yo no tengo nada que ver con el rapto de Sua.
-Vaya por dios...¿os habéis enterado?
-La gente habla...
-Y vos no tenéis nada que ver, claro. Bah, nosotros hemos venido con la intención de tener una amigable charla cuando hayamos dado con estas migas.
Acabada la cena y degustando unos licores que el abad sacó de un armario escondido el Látigo se dirigió al religioso.
-Hemos cenado muy a gusto frailongo y, por eso, vamos a ir a la iglesia a dar gracias por los alimentos que nos proporciona el padre.
-No hace falta, dios está en todas las partes, podemos darle gracias aquí.
-¿Le vais a hacer el desprecio de no acudir a su casa a rezar? Quizás necesites esos rezos.
Entraron en la iglesia y un cuchillo, empuñado por Ekaitza, se apoyó sin demasiada presión en su cuello.
-Idos desnudando.
-¿Aquí? ¿En la iglesia?
-¿Por qué no?
-No me parece adecuado.
Un poco de presión produjo un hilillo de sangre y el abad empezó a gritar como un cerdo a la vez que se quitaba toda la ropa hasta quedar en cueros. La gente del pueblo sabía lo que estaba ocurriendo y hacía oídos sordos. El fraile estaba desnudo tiritando. Lo ataron a un banco.
-¿Donde está Sua?
-Os juro que no lo sé. No sé nada de este asunto.
-El primer latigazo resonó por todo el pueblo en el silencio de la noche.
-Parad por dios, no sé nada. Le encargué el trabajo a fray Lope pero ha desaparecido. Corre el rumor de que ha sido pasto de los lobos.
-Otro bestial latigazo le hizo doblar las rodillas.
-Os diría dónde está si lo supiera. Algo me contó fray Lope de ese haragán que llaman el Muete.
-Del Muete ya nos encargaremos después. El caso es que tú has sido el artífice de este chandrío. Sabemos que el niño la tiene en una cueva y sabemos que el chaval está esperando que nosotros reaccionemos de una forma determinada. Y...¿qué quieres que te diga? Le estamos dando gusto. Átale la soga al cuello Ekaitza. Vamos a la torre para que estés más cerca de tu dios cuando todo acabe.
Ya en la torre le obligaron a subir al vano de la campana y ataron fuertemente un cabo de la cuerda al badajo.
-Sigues diciendo que no sabes nada de esto ¿no?
-No sabéis lo que vais a hacer. Es un sacrilegio.
-Bueno...ya veremos cuando tengamos que rendir cuentas.
De repente, un chasquido estremecedor, un temblor que bamboleó la torre, desequilibró al fraile que perdió pie y quedó pataleando colgado de la campana. (Hoy sabríamos que fue un terremoto de grado 5.5 en la escala de Richter y con el epicentro en el valle de Egües).
-Casoensos. Yo no le he empujado eh- dijo el Látigo. Justo castigo a su puñetera maldad. Vamos a ver si encontramos a esa sabandija que llaman el Muete que me pienso hacer un zurrón con su piel.
La gente del pueblo que había salido de sus casas con el susto del terremoto metido en el cuerpo observaron el cadáver del monje colgado de la campana. Dos sombras se escabullían del lugar pero no quisieron verlas.
-Ahi va la órdiga, el fraile se ha ahorcado en la torre.
-Habrá que subir a descolgarlo.
-No seré yo quien suba, que se lo coman los cuervos. Es lo que se merece.
SAN PEDRO, GARCIRIÁIN.
SAN PEDRO, GARCIRIÁIN, NAVARRA
Coqueta iglesia del siglo XII. Muy sencilla pero, para mí, espectacularmente bonita. De las que cuentan cosas sin capiteles ni canecillos. Solo con volúmenes. Imprescindible en visitas por la cuenca de Pamplona.
Accesible en coche. Con problemas para personas con movilidad reducida. Solo podrán admirarla desde cierta distancia.
El cuerpo me pedía Lorena McKennitt para intentar enlazar cuatro frases que ilustren esta pequeña maravilla.
https://www.youtube.com/watch?v=Fr1nYVCKTQ0
VUELTA A CASA.
El Tuerto se había desplazado a Garciriáin, por invitación de Mateo, para ver una reata especial de ganado bravo que éste último había instalado en una finca de esa población, propiedad del señorío. Habían invitado a las autoridades de todas las localidades circundantes que eran todavía algo reacias a unirse al señorío de Berrioplano. No se olvidaba de preguntar a todo el mundo por los movimientos por la zona. Preguntaba por un fraile con una niña pequeña. Había llevado con él al Centollo, para que explicase las excelencias de su sistema económico y al Mierdulín para que hiciese una exhibición de sus habilidades con las reses bravas. Se había cercado con carros una plazoleta y se habían llevado varios toros a un corral muy próximo a ella.
Con las autoridades y la gente llana de los pueblos del entorno presentes, el Mierdulín llevaba a cabo sus habilidades pasándose los pitones de los toros tan cerca que provocaba exclamaciones y gritos de admiración y de miedo. El artista, con una sonrisa en los labios y sin descomponerse, realizaba todo tipo de cuarteos, cambios, quiebros y recortes al límite de lo posible.
Un niño y una niña pasaban por el pueblo, camino de Berrioplano, cuando vieron el revuelo y decidieron curiosear. Escondidos bajo un carro admiraban las evoluciones ante las astas del toro.
-Algún día yo seré como ese, Sua.
-Ese es el Mierdulín, Unai, y nadie le igualará jamás.
-Y tú ¿qué sabes? ¿Le conoces o qué?
-Pues claro. Es uno de los hombres de mi abuelo el Tuerto.
-Pero ¿no me habías dicho que el Tuerto no era tu abuelo?
-No lo es pero sí lo es. Yo ya me entiendo y él también.
-Y...digo yo que si le conoces podrás presentármelo ¿no?
-Por supuesto, pero no pienses que te va a enseñar nada. No lo ha hecho con nadie que se lo haya pedido.
-Ya veremos.
El Tuerto tomó asiento en el palco de las autoridades. A Sua se le saltaron los ojos de las órbitas y, sin pensarlo dos veces se lanzó a cruzar la plazoleta gritando.
-Abueloooo, abueloooo.
-Sua, cuidadoooo, sal de ahí por dios.
El toro reaccionó a los gritos de la niña, el Muete salió corriendo desesperado a cruzarse con el toro que le dio un topetón, lo lanzó varios metros contra un carro donde quedó inconsciente. Ya se lanzaba el toro contra la niña cuando el Mierdulín se encunó entre los pitones y aguanto las tarascadas del astado hasta que Sua estuvo a salvo. Todo se saldó con un niño inconsciente y con varias costillas rotas, y el Mierdulín con erosiones por el roce de los pitones en sus brazos. El Tuerto, hecho un mar de lágrimas, abrazaba a la niña, nieta de su mujer y para él, cosa que encantaba a la niña, nieta suya también.
-Sua, ¡qué alegría! Estábamos desesperados. ¿Qué ha pasado con el asqueroso fraile ese?
-Ya te contaré abuelo. Vamos a ver cómo está Unai. Él es el que me ha rescatado.
-Me parece que no va a poder hablarnos mucho. Me temo que ha salido muy mal parado de su encuentro con el toro.
-Lo ha hecho por mí. ¿Se va a morir?
-No si podemos evitarlo. Tendremos que llevarlo con mucho cuidado a Berrioplano para que lo atiendan los físicos.
El Mierdulín terminó su faena con los toros y, cuando encerró al último, se dirigió al palco donde se encontraban el Tuerto y Sua.
-Sua, cariño ¿estás bien?
-Sí, no me ha pasado nada.
-A tu amigo no le ha ido tan bien...
-¿Está muy mal?
-Saldrá de esta. En la Escuela de Medicina lo tratarán como a un rey.
-Tiene unas cuentas pendientes con el Látigo y mi madre...
-No te preocupes, yo hablaré con ellos y les diré que se ha jugado la vida por ti.
Ya se iba el Mierdulín cuando Sua le dijo:
-Puedo pedirte un favor.
-A ver Sua que te veo venir. Por ti daría la vida pero no me pidas lo que estoy sospechando.
-No tiene a nadie. Como tú cuando eras niño.
-Sua, hay cosas que no tengo intención de hacer, no puedo cuidar de mi mismo y voy a cuidar de los demás.
-Todavía no te he dicho lo que te voy a pedir.
-Mira, Sua, te lo digo yo y no me equivoco. Me vas a pedir que lo lleve debajo del ala como una gallina clueca.
Dos lagrimones surcaban la cara de la niña y el Mierdulín secándolos con sus dedos le dijo:
-No llores Sua. No te prometo nada pero también sabes que no puedo negarte nada. Te estamos maleducando entre todos.
No lejos el aullido desesperado de una loba ponía los pelos de punta.
-¿Habéis escuchado eso? Una manada de lobos anda cerca.
-No os preocupéis, es Otsoa, es amiga del Muete y es a la vez la jefa de una manada de lobos. No hará nada a nadie del pueblo. Solo espera que su amigo se recupere.
SAN MIGUEL. MARCALAIN
SAN MIGUEL. MARCALAIN. NAVARRA.
El románico tiene estas cosas. Dónde menos te lo esperas salta la liebre, es la frase que escucha mi chica cada vez que me dice que una iglesia es fea. Y es lo que ha pasado aquí. La iglesia es muy rara, con una casa adosada y por encima de un portal que a saber cuando se puso ahí. Pero...¡milagro! una portada con unos detallicos que vas a ver en las fotos, una media luna encima de un sol o una estrella (vete tú a saber), un crismón superchulo, una virgen, trasladada de algún otro sitio pero que es de principios del siglo XIII y unas arquivoltas con ajedrezado jaqués y alguna cosica más...en fin, un regalo.
Accesible en coche. Prácticamente imposible para personas con movilidad reducida.
La música que he elegido para que se me activen las neuronas sueltas pertenece a un grupo de folk psicodélico que rompió moldes a principios de los setenta: Incredible String Band.
https://www.youtube.com/watch?v=uTIQmqNI7DI...
ESPECTATIVAS
El señor de Marcalain había invitado al Tuerto y a toda su gente a un banquete. En la mesa, a la derecha del Tuerto se encontraba el Muete y al lado de éste Sua. El Muete estaba nervioso, hablaba en voz baja con Sua.
-No sé cómo comportarme, Sua. No se comer con educación, he comido siempre con las manos, me da vergüenza que piensen que soy un animal.
-No te preocupes, imítame y no tendrás problemas.
-Vale me fío de ti.
Con el banquete ya empezado aparecieron el Látigo y Ekaitza. El Látigo se dirigió directamente hacia el Muete y tirando de su oreja lo levantó del banco.
-Ayyy, ayyy, socorro que me desoreja.
El Tuerto intervino dirigiéndose a el Látigo.
-Deja en paz al muchacho. Ya sé que estáis enfadados porque os ha utilizado pero eso no demuestra más que lo listo que es. Se ha jugado la vida por Sua y tengo planes para él. Además, he pensado en Ekaitza y tú para que seáis los maestros de armas del chico. Voy a convertirlo en un caballero.
-¿Un caballero semejante pelifustrán? ¿Lo habéis visto bien?
-Tiene algo que no tenéis ninguno de vosotros, la habilidad de sobrevivir solo con su astucia. Vosotros tendréis que hacerlo un experto en todo tipo de armas. Quiero que recupere lo que es suyo en cuanto cumpla la mayoría de edad. Para entonces tiene que salir vencedor de todas las justas y torneos en los que participe.
-¿Qué es lo que tiene que recuperar?
-Un señorío que ciertos frailes que crían malvas le robaron asesinando a sus padres.
-Vaya, y nos ha utilizado para dar cuenta de dichos frailes, no es tonto el Muete.
-De su educación se encargará la escuela de Berrioplano; en el palacio le enseñaremos a ser cortés y educado. Quiero que se convierta en el mejor caballero de Navarra.
-¿Un caballero semejante zascandil?- comentó el Mierdulín
-Pues sí, y tú vas a tener que ver algo en esto.
-¿Yo? dios me libre.
- Le vas a enseñar todo lo relativo a los toros, quiero que adquiera el mismo dominio que tú.
-Va a ser un caballero ¿que sentido tiene que sepa burlar toros?
-Es fácil: si tiene todas las habilidades del caballero y además puede utilizar en sus combates acciones que son propias de la burla de los astados...será invencible.
-Xoder, para ser Tuerto tienes la vista muy larga. Y ¿cuándo empezamos?
-Tú empiezas ya mismo. Y piensa cómo empezaste porque el tiene que hacerlo exactamente igual que tú.
-Mira bien Tuerto, no lo voy a hacer por ti, a pesar de que te tengo en gran estima y respeto, lo voy a hacer porque me lo ha pedido personalmente Sua.
-Pues una buena razón más.
El Mierdulín se dirigió hacia donde estaban los dos niños.
-Tú, zascandil, termina lo que estés comiendo, levanta el culo del banco y te vienes conmigo ya mismo.
-¿Puedo ir con vosotros?- preguntó Sua.
-Pídele permiso a tu abuelo.
Un rato más tarde los tres partían a caballo hacia la finca donde estaba la nueva reata de reses bravas.
-Hola, Mateo, vengo con un encargo del Tuerto.
-Tu me dirás.
-Quiero un choto recién nacido y los utensilios para amamantarlo. El Muete se va a encargar de él a partir de ahora.
-¿Yo?
Mateo trajo un chotico recién nacido, una especie de biberones y leche para un par de días. El Mierdulín se dirigió al Muete.
-Mira, a partir de ahora eres su madre, su padre, su hermano...su vida depende de ti. Juega todos los días con él y aprende de lo que hace. No intentes enseñarle, que te enseñe él a ti. Y...yo me largo, búscate la vida. Y como lo pierdas igual pierdes las orejas también. No olvides que te voy a estar vigilando y no te vas a librar de unos azotes como no me guste lo que haces.
-¿Puede jugar Sua con nosotros?
-Eso...al Tuerto. Yo no quiero saber nada y...yo que tú me andaría con tiento porque, si le pasase algo a Sua, te va faltar reino para esconderte.